Frecuentemente recibo a personas desesperadas porque su Amor se fue, oprimido por los vaivenes de la vida. Son muchas las cartas, también, que me llegan con un grito de SOS ante la inminencia del naufragio de un gran amor. Sé que son muchas las parejas en vías de separación, que intentan aferrarse a cualquier tabla de salvación.Voy a ofrecer una lucecita salvadora ante la oscuridad de la noche del desamor.
Si usted está perdido en un túnel oscuro, o si usted desea salvar su amor, o, aún, si usted anda en busca de un verdadero Amor, mentalice con fe esta oración científica y todopoderosa, que ha realizado verdaderas maravillas:
“Sé y creo que mi amor es ilimitado”.
Alguien, a quien yo amaba tanto, se fue, pero no llevó el bien más preciado que yo poseo, que es la capacidad de amar.
Alguien, a quien yo busqué durante tanto tiempo en mi vida, aún no ha llegado, pero yo no perdí la esperanza. Mi corazón está abierto y lleno de amor para dar.
Sí, tengo dentro de mi un corazón lleno de amor y, como por la ley de la mente, lo semejante atrae a lo semejante, mi amor está atrayendo hacia mí un gran amor.
Jesús, el mayor sabio de todos los tiempos, dijo cierta vez que todo lo que yo pidiere, al Padre, en oración, creyendo, lo recibiré. Todo. Un gran Amor también. Principalmente un gran Amor. Porque el amor es la razón de ser de la vida de cualquier persona. El afirmó esta sentencia porque entendía acerca del poder de la mente. Él sabía y recordó que todo lo que es deseable es realizable, siempre que yo tenga fe decidida de que así es y así será.
Yo creo que mi mente subconsciente está ligada a la mente subconsciente de todas las personas del mundo, por eso la inteligencia infinita de mi mente subconsciente sabe dónde está la persona que me ama, que congenia conmigo, que anhela estar conmigo y que desea hacerme feliz.
La Sabiduría Infinita, que está en mí, sabe cómo es mi corazón, conoce mis sentimientos y deseos y, por tanto, sabe que yo deseo amar y hacer feliz a esa persona que anda en mi búsqueda y que es parte de mí.
Desde el momento en que mi mente salió en busca de un Amor, soy como una mitad que está atrayendo a la otra mitad, cuya unión y fusión formará una unidad, perfecta, armónica y completa. Fue eso mismo lo que dijo Dios, en la Biblia: “Y los dos serán un solo cuerpo y un solo espíritu”.
¡Eso es maravilloso!
Mi mente ahora es un aparato transmisor que está emitiendo un mensaje de amor hacia todos los rincones de la tierra, dondequiera que exista un ser viviente, y sé que existe una persona querida, maravillosa, tierna y amorosa, como la imagino, que está sintonizando mi mensaje y está viviendo en mi dirección.
Muchas gracias a ti, Amor, porque tú ya estás en mi y conmigo.
Adoro tu belleza. Adoro tu personalidad sana e inteligente. Adoro tu corazón lleno de afectos y de sentimientos lindos y profundos respecto a mí. Adoro tu capacidad de comprensión y el apoyo que ya estás dándome. Adoro tu sonrisa pura y tu entusiasmo para todo aquello que yo hago y por todo lo que deseo de la vida. Adoro tu presencia calmosa y confiada. Adoro tu espíritu creativo, que siempre tiene sorpresas para encantarme y para avivar nuestro amor.
Debes saber que es admirable cómo tú eres exactamente la persona con la cual yo siempre he soñado. Y aun tu espíritu, abierto y positivo, que sabe llevar la vida con fe y optimismo, es tal como yo quería.
Yo tengo un corazón lleno de ternura para darte.
Yo tengo un amor inagotable para darte en cada momento del día.
Yo te respeto así, como tú eres, con esas cualidades, con esas
ansiedades, con esas flaquezas, con esa inmensa buena voluntad.
Tú puedes contar siempre conmigo, en las horas buenas y en las horas amargas.
Nuestro amor está creciendo desde ahora, siempre vivo y libre, porque es en la libertad donde el amor crece más, y más se profundiza.
Amo tus ideales y tú amas mis ideales.
Mira, yo no quiero cambiarte ni esclavizarte, ni tú quieres esclavizarme ni reformarme; nosotros, en tanto, nos entendemos, nos estimulamos, nos ayudamos y dialogamos calmadamente hasta encontrar la Verdad, que no es ni mi propiedad ni tu propiedad. Y eso es lo que nos mantiene unidos y enlazados en amor perenne.
Sé que no estoy soñando y que no estoy diciendo utopías.
Tu mente es una con la mía, por eso ya nos conocemos y, habiéndote conocido dentro de mí, debo encontrarte afuera, pues esta es la ley universal de la mente y, por consecuencia, es la Ley del Creador, la ley del Pedido y ser atendido.
Muchas gracias porque recibiste y oíste mi llamado.
Entra. La puerta de mi corazón está abierta para ti.
Entremos y brindemos por nuestro amor.
Yo sé que todo eso ya está realizado en la Mente Divina y ahora concluido y realizado en nosotros.
Muchas gracias, Padre.
Muchas gracias, a ti por haber venido.
Gracias por nuestro amor. Gracias desde el fondo de mi corazón y de mi mente.
Así es y así será”.
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