martes, 1 de febrero de 2011
Mensaje de un ángel de la guarda
Tu ángel te dice:
¿Por que siempre piensas que yo soy tú juez, que soy alguien que en lugar de tratar de comprenderte te juzgo? ¿Cuándo te he demostrado un juicio que te haga pensar que así es como soy yo?
Yo no te juzgo, no me desespero, al contrario, lo más cerca que he podido estar de ese tipo de sentimientos es tratando de comprenderte y al mismo tiempo de aprender, tú has sido también mi gran maestro, porque como tú bien sabes yo no podría experimentar todo lo que tú vives si no fuera a través de tí, es verdad que a veces no logro entenderte, pero no es como tú lo piensas, trato, me esfuerzo mucho por hacerlo, me pregunto siempre cómo puedo ayudarte, trato de imaginar -si se pudiera utilizar esa palabra- cómo es que sientes, lo intento de verdad, pero sólo para ayudarte, no con el afán de critica con el que tú siempre me ves.
Somos un equipo y necesitamos trabajar juntos, pero tú me has cerrado muchas veces las puertas. Yo no me desespero, simplemente te espero, con paciencia y con un profundo amor, con toda la ternura de que soy capaz y con toda mi intención en ayudarte. Aquí estoy, nunca me he alejado -como también has llegado a pensar-, nunca voy a abandonarte. Los dos decidimos venir a esta experiencia juntos, ¡y yo no me rajo! Al contrario, estoy a tú lado cada instante, tanto me llames o no, cuando quieres o cuando no quieres, respeto todos tus momentos y acudo a tu llamado feliz aunque sólo me pidas algo insignificante.
Hay tanto que a veces quisiera decirte. Quisiera poder darte consuelo cuando lo necesitas, fortaleza, ayudarte a sentir la fe que yo experimento y toda la seguridad; transmitirte lo que yo veo desde otra perspectiva.
Pero no me lo permites, no al menos en esta forma, ya que yo nunca dejo de hacerlo, con ideas, con sentimientos o sensaciones; imágenes, sueños, todo lo que está a mi alcance, nunca me alejo, por favor, si no puedes creer en muchas cosas al menos de ésta no dudes. YO NUNCA ME ALEJO.
Te veo muy turbado. Últimamente, te veo triste y desesperado, angustiado, y no me gusta verte así. Sé que estás pasando por un proceso difícil, pero muy necesario. Tú lo sabes, pero aun sabiéndolo creo que lo que te impide verlo con gusto es que no sabes cuál es el resultado que hay detrás de este proceso, es como si pensaras que al hacerlo, aunque nunca va a terminar, vas a encontrarte
exactamente igual que ahora, sólo que con otro obstáculo diferente, pero igual, y yo te digo que no es así.
Si tú pudieras ver como podría ser tu vida del modo en que yo la veo creo que no me lo creerías. Es una vida tan plena, tan dichosa que no puedo esperar a compartirla contigo. Yo veo un valle lleno de árboles verdes y una suave brisa, peces, aves y flores, amor, calor, paz, armonía y belleza por doquier. Esa es tu vida, eso es lo que viniste a experimentar. No sabes cómo quisiera que tú pudieras tener esta certeza que yo tengo. Quisiera podértela transmitir con la fuerza con que yo la percibo.
Por favor deja de martirizarte tanto, toma las cosas con más calma, ¿hasta para evolucionar tienes que ser tan duro contigo mismo? ¡Esto no es así, no es como tú lo ves! Lo ves sólo con una perspectiva de tercera dimensión. Evolucionar significa crecer, fluir, adquirir sabiduría en varios niveles, pero no es un proceso de sacrificio y dolor, de necesariamente aprender por medio de tremendos esfuerzos y de constantes cruentas luchas con tú interior. No es así, no es una lucha contigo mismo. Incluso como yo lo veo, no necesitarías hacer realmente NADA, sino detenerte un momento, hacer un alto a tu inercia, a tus afanes, y sólo observar cada momento, cada segundo de tu existencia, y descubrir en el Todo lo que éste encierra. No es sentarte horas y horas a pensar en cómo solucionar las cosas. Pensar ya no te deja nada bueno, ¡por favor ya deja de pensar! Pensar tanto sólo te confunde y te martiriza más.
Deja de pensar, no pienses en nada y trata siempre de estar enfocado en el instante que vives. Percibe los colores del momento, los olores, las texturas, las formas. Deja que se integren a tus sentidos. Comienza por ponerte realmente en contacto con todo lo que te rodea, no bloquees tus sentidos físicos. Ese es el primer paso antes de ponerte a pensar en los sentidos no físicos.
Después vive cada segundo igual, observa todo como un testigo, no te involucres, y obsérvalo, obsérvate a ti, ¿qué piensas? ¿qué sientes?
Ante cada sitúación de tu vida, por pequeña que esta sea, observa tus reacciones. Sólo eso. Creo que te ayudará mucho a ponerte realmente en contacto contigo. Ya deja de pensar en lo que DEBERÍAS estar pensando o sintiendo en cada situación. Esa es tu inercia, sientes que deberías estar contento, o pleno o triste, o enojado y por estar pensando en lo que deberías sentir ¡no sientes lo que realmente sientes!
Haz el experimento de intentar sentirte como un niño en el mundo, como si acabaras de aterrizar en una nave espacial para observar el mundo y a los humanos, pero no te involucres, y observa; realmente metete a ver, pero no sólo viendo lo negativo -otra tendencia-, sino por el contrario: trata de ver todo lo positivo que puedas encontrar, piensa que tuvieras que entregar un reporte diario de todo lo bueno y positivo que encuentres en cada día, como si fuera tu misión especial, y que ese reporte lo tienes que
entregar a tu nave espacial todos los días. Entonces tienes que estar muy pendiente todo el día para que no se te escape un sólo detalle. No pienses que vas a ser evaluado porque eso te crea demasiado conflicto. Piensa que ellos nunca han estado en este planeta y no tienen idea de todo lo que existe. Entonces sólo a través de tus ojos ellos pueden ver la belleza de este mundo, ¡y tú no quieres que
se la pierdan!
Entonces verás muchas mas cosas de las que ves ahora.
La auto-aceptación y la autoestima tampoco son tan difíciles de lograr como tú siempre has pensado. Parte del experimento es observarte en relación a lo que vives, no hay mejor experimento que la vida misma, lo que se está viviendo. Tú quieres solucionar todos tus problemas mentalmente, por eso
no avanzas; es en los hechos, en la ACCIÓN en donde se corrigen esas cosas. Es viviendo en donde se dan los cambios. De nada te sirve escribir un tratado sobre la falta de autoestima y tu gran preocupación por los sistemas de creencias, eso ya lo tienes muy masticado, pero te falta la acción, eso se tiene que vivir para que se haga una realidad.
En cada relación, en cada momento, en lugar de reaccionar desde el juicio hacia tí mismo, tienes primero que darte cuenta cuándo entra el juicio y, luego, sin enojos, sin rabia, sin resentimiento, observarlo. Incluso con una sonrisa, ¿por qué no? Simplemente decirte a tí mismo: ¡qué divertido, cómo funciona mi mente! Pero así de simple.
Después con tu voluntad y tu esfuerzo consciente, con tu fuerza y tu poder personal que es muchísimo, simplemente dirigir tu reacción hacia el otro lado.
Supongamos que por ejemplo hoy te presentan a una persona muy atractiva. Tú la observas y anotas en tu registro mental que podrías decir al final del día. Entonces anotas: vi a una persona sumamente atractiva, los seres humanos pueden ser muy bellos!
Después entrarán en acción en tí infinidad de registros, reacciones, miedo al rechazo, no sentirte lo suficientemente atractivo para que gustarle, no sentirte listo, no sentirte deseado, o lo que sea. En ese momento identifica tu reacción y tu registro, y di -ja, ja, ja- que chistosos, ahí están otra vez esos conceptos tan raros que de repente me surgen. Y en lugar de quedarte ahí y simplemente ponerte la máscara de falsa seguridad, o tomar una actitud aparente de indiferencia, piensa lo contrario.
Piensa, si quieres como en un juego, que estás en una película representando un papel, el del hombre o la mujer más guapa, más inteligente, más deseada, con la mejor figura; que tú eres ese personaje y tienes que actuar de ese modo. No importa quién te creyeras antes, como buen actor tienes que representar el papel del hombre más guapo de la película o la más guapa, o más lo que quieras, de todos modos la vida es sólo eso, una película, un reflejo una ilusión con todo y hologramas y efectos
especiales.
Tu cuerpo físico actual es sólo el maquillaje usado en la película. Lo que está a tu alrededor son sólo otros personajes, y los escenarios fueron creados para esta película. Cuidado que luego se desmantelan, son irreales, nada es real, todo es una fantasía para crear esos efectos que se necesitan en esa película en particular.
Entonces tú vas a representar el papel que quieras. Juega con los papeles, no importa, ¡no importa nada! Si te equivocas en el guión, ¡se hace corte y se vuelve a empezar! NO pasa absolutamente nada. Es mucho mas fácil y divertido -sin embargo- si en cada escena de la película estás consciente de cómo representar tu papel -y no me mal entiendas: no me refiero a que hagas papeles sólo en función de lo que piensas que se espera de tí, o en función de lo que dicen o piensan otros.
No, tu papel es ser tú mismo, lo mejor de tí, la imagen más alta que tienes de tí mismo, la imagen de esa mujer u hombre que quieres tú ser en cada situación. Todas esas figuras que tú consideras valiosas, y que están dentro de tí.
Recuerda que dentro de tí están todos los papeles representados en todos las películas de toda la eternidad. Tú sabes todo, sólo recuerda lo que quieres recordar, pero no seas duro contigo. Las formas de pensamiento sólo son creaciones a las que tú les has dado fuerza, pero en realidad tú se las quitas o se las das a voluntad.
Háblales, diles que ahora van a representar otro papel, inclúyelas, pídeles ideas para representar otro papel pero déjalas saber cuál es el que ahora hay que representar; obsérvalas como aliados a los que tienes de tu parte, no las veas como creaciones monstruosas a tu alrededor que sólo te hacen daño, en realidad sólo quieren ayudar, y si las ayudas a participar en este nuevo experimento gustosas te van
asistir, ellas también van a aprender mucho y se van a ir integrando a tí, pero si las sigues viendo como las molestias con las que tienes que cargar por obligación, sólo le das fuerza a su parte negativa.
También recuerda que el experimento de ver, oír, gustar, sentir, decir lo bello eleva tú vibración automáticamente. Al vibrar mas alto todo se acomoda a ese cambio. No temas, no lo veas como algo tan difícil, como una obligación, como una carga. Crecer, evolucionar, no es en nada una carga. En tu reporte incluye también todas las actitudes positivas que hayas encontrado en tí, todo lo que hiciste
bien, refuérzalo, cualquier cosa, hasta "mantuve en orden mi departamento", "le di una palabra de aliento a alguien que lo necesitaba", "escuché a un amigo en apuros", "llamé a alguien para recordarle que es mi amigo y lo amo", "tuve paciencia con el taxista que se me cruzó", "le regalé una manzana a la portera"...
Todo, absolutamente todo lo bueno que hagas. Ya no te evalúes en función al tiempo que ha pasado, déjalo a un lado, de verdad juega el juego de la nave: piensa que acabas en este momento de llegar al planeta, observa tu cuerpo sin juicio, acuérdate que sólo puedes ver lo bello, el reporte no incluye nada, absolutamente nada negativo.
No puedes escribirlo, ni aunque lo pienses, no les interesa eso, sólo lo positivo. El primer reporte es cómo encontraste el ambiente, tienes que hacer un recuento de las habilidades que tiene, de su cuerpo físico, de su entorno, amigos, casa, todo, hasta cosas materiales, todo, como si sólo te hubieran prestado este cuerpo para realizar tú experimento (que en realidad es la verdad), o sea que este juego ni siquiera es tan absurdo.
Haz el primer reporte y después haz uno cada día. Si necesitas llevar una libreta y anotar las cosas ¡hazlo! ¡Te vas a dar cuenta como una pequeña libreta no alcanza para escribir todo lo bello y positivo que tiene una simple semana! No le hagas caso al pasado, haz de cuenta que ese pasado, bueno o malo -tú no lo sabes, acabas de llegar-, no importa. Solo forma parte de unos recuerdos medio extraños
que traía el cuerpo incluido (tampoco es absurdo), y no les prestes atención. Cuando lleguen los recuerdos, obsérvalos y déjalos ir, no les prestes mas atención, nada de atención, concéntrate en tú reporte.
Puedes sin embargo reportar algún recuerdo bello o agradable, pero solo como eso; reconoce que es un recuerdo, pero lo mas importante es el ahora, el instante. Recuerda que no se te puede escapar nada, tienes que estar sumamente alerta y concentrado, ¡o no podrás reportar todo! Si sucede algo desagradable, no lo anotes, no lo analices, no te quedes mil horas pensando en ello, olvídalo, aprende de donde vino pero no te enfoques en el, déjalo pasar, y sigue adelante.
Piensa que tú tampoco sabes bien como funciona esto del planeta Tierra y solo tómalo como algo que considerar para no volver a caer, pero punto, no te detengas ahí, y siente que en tu misión especial no te exigieron no equivocarte; al contrario, saben que lo harás, pero no importa, está bien, estaba previsto que durante el experimento ibas a cometer varios errores.
No pasa nada, nadie va a juzgar esos errores: ¡ por eso ni siquiera están incluidos en el reporte!. A nadie realmente le importan.
Quiero que sepas en primer lugar que te amo, y eso no lo puede cambiar nada en todo el universo; que estoy orgulloso de tu gran valor, que me siento honrado de que me eligieras para acompañarte, que la oportunidad que me das de aprender a tu lado es mi tesoro más preciado, y que recuerdes que estoy más cerca que el aire que respiras, más cerca que nada, y cuentas conmigo para todo, absolutamente todo. ¡Ánimo! ¡Y VAMOS A JUGAR!
tu Ángel de la Guarda
(tomado de la web, autor desconocido)
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