viernes, 7 de enero de 2011

Arcángel San Chamuel

ÁNGELES DEL AMOR

Muchas personas no están familiarizadas con los arcángeles Chamuel y Caridad, así que me gustaría hablar de ellos. ¿Quiénes son los Arcángeles Chamuel y Caridad?




El Arcángel Chamuel, la Arcangélina Caridad y los querubines protectores sirven en el rayo del Amor de Dios, de su creatividad y de su belleza. Este rayo de la luz de Dios se conoce como el Tercer Rayo. El color de este rayo abarca desde el rosa pálido hasta el rubí.


El trabajo de estos ángeles se corresponde con el chakra del corazón, que también es de color rosado. Este chakra tiene doce pétalos y su nombre hindú es Anahata.


El martes es el día de los Arcángeles Chamuel y Caridad, el día en el que puedes sentir la energía del amor con mayor intensidad. Y es también un día en el que resulta fácil desorganizarse, tanto que uno siente que no ha empezado la semana hasta el martes. La razón por la que existe este tipo de desorganización es que el Amor Divino es la fuerza del planeta que recibe mayor oposición. Los ángeles caídos han resuelto arrebatamos el Amor Divino, un amor que podemos expresar al prójimo; por lo tanto, hemos de tener una fuerte convicción que nos lleve a afirmar el amor todos los días, especialmente los lunes, y a no permitir que nada nos aleje del amor de Dios.

Los Arcángeles Chamuel y Caridad trabajan a través de la tercera banda del Cuerpo Causal, la banda rosa del amor divino, la bondad, la comparación y la caridad. Su retiro u hogar espiritual está en el mundo celestial sobre San Luis (Missouri, EUA). Hace mucho tiempo, antes del comienzo de la historia escrita, se establecieron estos retiros en diferentes lugares del planeta. Son los retiros de los arcángeles, los Elohim y los maestros ascendidos. Hay en ellos universidades del Espíritu y hay también ciudades doradas de luz. Entre una encarnación y otra -y antes de entrar en la siguiente encarnación pasamos por experiencias maravillosas en estas ciudades de luz y vamos a estos retiros, situados en lo que denominamos octava etérica, a fin de prepararnos para la siguiente encarnación.






¿Quién es Chamuel?


La palabra Chamuel significa «aquel que ve a Dios». Cuando tenemos amor en nuestro corazón, en verdad vemos a Dios.


En la mitología de los druidas, el ángel Camael es el dios de la guerra. Algunas tradiciones dicen que el Arcángel Chamuel fue el ángel que luchó contra Jacob y el ángel que confortó a Jesús durante su agonía en el huerto de Getsemaní.


Los Arcángeles Chamuel y Caridad pronunciaron el juicio divino en la torre de Babel, provocando así la confusión de las lenguas. Yo he visto esto en el registro Akáshico. Todo lo que sucede en la Tierra queda grabado en una dimensión conocida como Akasha. El ákasa -sustancia primigenia o energía etérica ~ puede absorber, o pueden quedar grabadas en él todas las impresiones de la vida. Es verdaderamente asombroso contemplar el registro de este poderoso arcángel de pie sobre la torre de Babel construida por Nimrod para su propia gloria. El rayo rubí del juicio del SEÑOR descendió por intermedio de Chamuel y en un instante la gente se encontró hablando diferentes idiomas; todo quedó sumido en el caos.

El pavor se convirtió en cólera, cólera en contra del SEÑOR y de su ángel. Dios, a través de su poderoso arcángel del Tercer Rayo, había confundido sus lenguas. ¿Por qué? Porque si no podían comunicarse entre ellos, entonces tampoco podían maquinar en contra de Dios y de Su pueblo.


Nimrod era un ángel rebelde cuya ambición era controlar el mundo. Es algo corriente en la Tierra que haya ángeles rebeldes ocupando puestos de autoridad. Han ocupado esos cargos desde hace miles de años, desde que perdieron la guerra en el cielo contra el Arcángel Miguel y sus legiones, quienes los desterraron a la Tierra. Las ambiciones de los ángeles rebeldes no han cambiado; y, sí, caminan entre nosotros dentro del mismo tipo de cuerpo que nosotros tenemos.


¿Siguen los arcángeles y sus huestes luchando contra los ángeles caídos en defensa de los hijos de la Luz? Para responder a esta pregunta, vayamos al misticismo judío y a la cábala. Según una de las escuelas de la cábala, Chamuel personifica el quinto sefirot, Gevurah, «Justicia Divina». ¿Qué son los sefirot? Son extensiones del Dios no manifiesto en el mundo manifiesto. Cada uno de los sefirot personifica una cualidad de Dios y juntos muestran los grados de la manifestación divina. Los diez sefirot componen el árbol de la vida.

Según la cábala, Gevurah es la Justicia Divina. Así que se considera que Chamuel adjudica la severidad de los juicios divinos. Pero tenemos que recordar las palabras de consuelo que nos dan las Sagradas Escrituras: «Pues a quien ama el Señor, le corrige; y azota a todos los hijos que acoge». Cuando con Amor Divino el Señor nos castiga, sabemos que Chamuel nos está llevando de regreso a nuestra Realidad, a nuestro Yo Real, nos está despojando de toda nuestra idea de injusticia humana.


El ángel caído que es el impostor de Chamuel es Galab. El malvado demonio que se opone a Chamuel es Asmodeus. Con esto podemos ver que los ángeles caídos han intentado crear una falsa jerarquía que se opone a todos los ángeles y arcángeles que sirven a la Luz; así que la guerra continúa.


Galab, conocido como el «privador de la virilidad», despoja al alma de su dotación innata de luz divina. Asmodeus trabaja con él como el «destructor» o el «exterminador», la perversión de Gevurah, la Justicia Divina.


Pero estos impostores del Tercer Rayo del Amor Divino no pueden competir con las poderosas e imponentes fuerzas de Chamuel y Caridad y de los querubines protectores. Una simple ojeada a estas legiones angélicas de color rosa y rubí cuando salen del Gran Sol Central para ir a los reinos inferiores donde todavía no ha terminado la batalla entre la Luz y la Oscuridad, basta para saber que se está en manos capaces.


Sí, los arcángeles y sus huestes todavía están batallando contra los ángeles rebeldes en la Tierra y en los planos astrales inferiores. ¡Y están ganando! Tú puedes unirte a las legiones de Luz defendiendo la causa de los niños, los pobres, los indigentes s y todos los que sufren bajo el yugo del karma personal y planetario.



La oposición de un ángel de la oscuridad


Recuerdo que una vez presencié la protección por un ángel divino y la oposición de un ángel muy oscuro. Siendo estudiante universitaria en Boston, realicé un viaje a Cape Codo Me encontré en una situación en la que sentí la protección del ángel del SEÑOR. A la vez, sentí la fuerza de un ángel caído intentando alejarme de mi lealtad al ángel bueno. Quedé extasiada al ver la presencia del poder de este buen ángel; pero también observé con cuánta determinación el ángel oscuro trataba de alejarme del sendero correcto y verdadero.


Cuando sientas el poder y la presencia de un ángel defendiéndote y el empuje del adversario tentándote para que te alejes del ángel bueno, entonces comprenderás que la razón por la que nos metemos en problemas es que seguimos al ángel malo, al ángel rebelde: tomamos la decisión consciente de rechazar la protección del ángel de Luz. Por lo tanto, éste se retira y nos deja que hagamos el karma que deseemos hacer.


Es por esto por lo que no todos escapamos de las calamidades de la vida y a veces tomamos la ruta equivocada; porque, en última instancia, los ángeles respetan nuestro libre albedrío. Antes de tomar la decisión de ir a la derecha o a la izquierda, o de tornar decisiones de grandes consecuencias en tu vida, es muy importante entrar en comunión con Dios, escuchar la voz interior y tener una presencia íntima en el altar de Dios para que puedas obtener el don del discernimiento de espíritus dado por el Espíritu Santo, y con ese discernimiento saber distinguir el bien del mal.






Preparándonos para nuestras pruebas


En cierta ocasión estaba hablando con alguien con quien no había hablado desde la escuela secundaria. Me dijo: «A todos nos ponen a prueba, ¿verdad?» y yo le contesté: «Por supuesto que sí». Cuando se presentan las pruebas en esta escuela de la vida, algunas veces pensamos que es imposible distinguir lo malo de lo bueno. En ese momento donde lo único que tenemos es nuestra visión relativa, lo malo parece bueno y lo bueno parece malo.

Pero podemos preparamos para esas pruebas y esas iniciaciones –que son siempre las pruebas del Amor Divino- por medio de la oración diaria, habituándonos a acudir al corazón de Dios y a comunicamos con Él. Deberías mantenerte en contacto con tu ángel de la guarda y hablar libremente con los arcángeles porque te puedes haber desviado del mejor camino y de la conducta adecuada.


Si te has desviado, deberían confesárselo a Dios en tu corazón. Después puedes recitar oraciones, asignarte una penitencia y decirle a Dios y a tu ángel de la guarda: «Verdaderamente quiero corregir esto. Permitidme realizar algún servicio o recitar oraciones especiales o ayudar a la gente de mi comunidad porque no quiero que esto sea un borrón en mi hoja de servicios». Si te esfuerzas por hacer las cosas lo mejor que sepas, cometerás algunos errores, pero aprenderás de ellos. Y si verdaderamente estás decidido a llegar adonde te diriges, no los repetirás. Puedes decir: «De acuerdo, me caí en el barro, pero no vaya volver a hacerlo. Veo esa trampa y no voy a volver a caer en ella».


Así que la vida es una escuela. Dios cuenta con vas a cometer errores, pero confía en que no los vas a cometer muchas veces, en que vas a dejar de ser esclavo de esa rutina y vas a poner a trabajar tu fuerza de voluntad. Y más que eso, Dios espera que le reces para que Él te fortalezca en el momento en que estés a punto de volver a caer en ese bache.

De modo sé consciente de tus palabras y acciones e incluso de lo que sientes por el prójimo. Cuando los ángeles vean que te corriges y que te esfuerzas al máximo, ellos te apoyarán y te prestarán una gran ayuda. Y el dolor y la aflicción se pueden en un cotidiano y alegre desafió de todo lo que te asalte tu sendero.





Reza el Rosario para ayudar a salvar almas


El lema de los siete arcángeles y sus innumerables legiones es: « Hemos estado ganando desde el principio! » No hay mínima duda sobre el resultado del Armagedón intergaláctico, pero María -Madres de Jesús y Arcangélina del Quinto Rayo- nos advierte que muchas almas se perderán en la batalla si no oramos fervorosamente para que sean rescatadas por los ejércitos angélicos de Dios.


En 1972 la Santa Madre me dictó lo que ella denominó su Rosario Escritural para la Nueva Era, con el fin de que pudiéramos acceder a su Corazón Inmaculado para la curación y la salvación de todas las almas que han descendido a estos velos de la carne y que desean regresar al trono de gracia. Estos rosarios están publicados en libro. Primero dictó los rosarios largos, uno para cada día de la semana, salvo el domingo, que tiene dos; y cinco más para los días de la semana, lo cual representa un total de trece. Su duración es aproximadamente de cincuenta y cinco minutos.


Después me dio el Rosario del Niño, que son rosarios escriturales con una duración de veinte minutos. También tenemos un rosario, de gran poder, dedicado a San Miguel Arcángel. Madre María dice que necesitamos al Arcángel Miguel porque la oración a él dedicada ha sido eliminada de la misa; necesitamos pedir su protección.


La Virgen María también me dictó el Decimocuarto Rosario, el Misterio de la Entrega. ¿Cómo entregar nuestra voluntad a la voluntad de Dios? Este rosario es una guía para dar los pasos necesarios a fin de logrado, ESPECIALMENTE cuando tienes que tomar una decisión tan difícil que te sientes angustiado y no sabes qué dirección tomar. Descubrirás, como muchas otras personas, que la única manera de superar ese momento en la vida en el que te sientes dividido es entrega de tu voluntad a Dios y decir con nuestro Señor: «Hágase tu voluntad y no la mía». Al recitar esa afirmación, uno siente la paz de la unidad con Dios.


Estos rosarios son maravillosos. También quiero hablarte de las cuentas del rosario hechas de piedras semipreciosas. Sabemos que éstas almacenan luz. De modo que si usas un rosario con cuentas de piedras semipreciosas (en lugar de cuentas de vidrio o plástico), puedes concentrar tu oración en cada cuenta y cargada con la luz y la devoción de tu corazón. Al recitar el rosario para la nueva era, cada vez que usas las cuentas, éstas son cargadas con más luz. Cuando recitas al Avemaría de la nueva era y tienes cada cuenta entre los dedos y diriges amor a cierta condición en la Tierra, puedes enviar luz a través del foco que representan las cuentas del rosario.


Piensa en esto cuando quieras acercarte al corazón de la Madre de Jesús. La Madre María es madre para todas las personas de todas las religiones. Ella no es propiedad de la iglesia católica ni de ninguno de nosotros. Ella se aparece a todo tipo de personas en todas partes. Sus rosarios para la nueva era son aconfesionales.









Las legiones de Chamuel


¿Cómo se aparecen las legiones de Chamuel? Dependiendo de su tarea, las legiones del Amor Divino -que amorosamente administran la justicia de Dios- pueden aparecer con todos los atributos de un traje de batalla o con vestiduras ceremoniales. Pueden llegar con la dulzura de la Madre para consolar, vestidos, por decirlo de algún modo, con tela de gasa (en realidad capas muy finas de luz), para acariciar a las almas que están cansadas en su lucha por la libertad.


Todos los arcángeles son sanadores. Vienen como cirujanos maestros para reparar los cuerpos y remendar las rasgaduras de las vestiduras del alma. No hay campo de aprendizaje donde no sobresalgan. Al igual que los Elohim (que son los cocreadores de la vida y la forma), los arcángeles tienen el poder de crear y destruir la vida. En resumen, los arcángeles son seres extraordinarios, son nada menos que extensiones de Dios mismo, personificaciones en la forma de la gracia, la majestad y el poder de Dios en encarnación.


Hagamos contacto directo con Chamuel y Caridad y con las innumerables legiones que sirven en el rayo del Amor Divino, entre ellos a los querubines protectores de alas plegadas.




Invocación a los Arcángeles Chamuel y Caridad


Querido Dios Padre/Madre, envíanos ahora al amado Arcángel Chamuel, a la amada Arcangélina Caridad. Envía legiones de ángeles de la llama del amor y querubines protectores. Por el poder del Amor Divino, oh Espíritu Santo, purifícanos de toda fuerza de anti-Amor. Haz que entremos en conso­nancia con la voluntad de Dios. Envía amor a todos los corazones solitarios, a todos los que no conocen de tu presencia ni de la presencia de tus ángeles.


OH, ángeles de Dios, proteged a los niños pequeños. Poderosos querubines protectores, guardad a los niños tal como protegéis al Sanctasánctorum. Oh, legiones de Luz del Gran Sol Central, venid a este oscuro planeta. Traed luz, dirección y gobierno divino a las naciones. Sanad la economía. Sanad las vidas destrozadas y los cuerpos rotos. Consumid con el Amor Divino los registros de guerra en el planeta. Que no haya más guerra; que lo único presente sea la era de la paz en el corazón de Cristo, en el corazón de Buda, en el corazón de Krisna.


Oh, Dios, ofrecemos ahora nuestras plegarias personales a Chamuel y Caridad ya los querubines Protectores



[Haz ahora tus oraciones]





El retiro de Chamuel y Caridad


Los Arcángeles Chamuel y Caridad nos invitan a que estudiemos en su retiro, ubicado en el mundo celestial encima de la ciudad de San Luis (estado de Missouri, EVA). Nuestras almas pueden viajar allí mientras dormimos. Justo antes de irte a dormir, llama al Arcángel Miguel ya sus legiones de ángeles para que te escolten a los reinos de luz y puedas asistir a clase en las universidades del Espíritu.


Los retiros de los arcángeles están abiertos para las almas que se lo merecen: Durante muchos siglos habían estado cerrados. Estos retiros, que se hallan muy apartados de la contaminación de la Tierra, están en un nivel del mundo celestial llamado plano etérico. Aunque tú no recuerdes lo que has estudia­do en alguno de los retiros de los arcángeles, tu alma sí lo recuerda. y poco a poco esa información es transmitida a tu conocimiento mental.


En su retiro, los Arcángeles Chamuel y Caridad te enseñan a desarrollar las virtudes de la misericor­dia, la compasión y la preocupación amorosa por los demás. Ellos te enseñan a sustituir toda sensa­ción de haber sido tratado injustamente en una relación, por una confianza suprema, confianza en que en realidad no existe injusticia alguna en el universo y confianza en la resolución final del Amor Divino. Esto sólo sucederá si, con candorosa fe, dejas de aferrarte a la situación y permites que Dios y sus emisarios sean los encargados de repartir la Justicia Divina.


Los Arcángeles Chamuel y Caridad te enseñan a intensificar la llama del amor en tu corazón y a prepararte para el descenso del Espíritu Santo a tu templo. Ellos prometen ayudar a sanar las múlti­ples capas del aura humana de cualquiera que les ofrezca devoción y les brinde servicio.


Nos dicen: «Cada vez que le ofrezcáis a Dios de­cretos a la llama violeta y canciones de alabanza y plegarias profundamente sinceras, los ángeles po­drán, a su vez, eliminar de vuestra aura y de vuestro cuerpo algunas de las cargas que lleváis. Si nos invitáis, iremos con vosotros a vuestra casa. Os ayudaremos en situaciones difíciles con los miembros de vuestra familia. Os ayudaremos en situaciones problemáticas con vuestros vecinos, vuestros fami­liares y en el trabajo. Nos ocuparemos de aquello que constituya la carga más pesada de vuestro corazón. Incluso os ayudaremos a encontrar un trabajo… ¡O incluso dónde estacionar! Haremos cualquier cosa que nos pidáis, siempre y cuando sea lícito hacerla ante los ojos de Dios».


Observa que Chamuel y Caridad antepusieron una condición a su promesa: «Si nos invitáis… “Dije­ron: «Si nos invitáis, iremos con vosotros a vuestra casa». El Arcángel Chamuel nos explica que los án­geles son corteses y reverentes. Dice: «Respeta­mos la ley divina de la libertad que os garantiza libre albedrío en todos los asuntos. Así, cuando no lo pedís, cuando no invocáis, los ángeles no entran, ni siquiera en momentos de calamidad, de cataclismo o de crisis personal».


«Dios ha puesto en acción su ley. Y vosotros que moráis en lo que se ha llamado el reino de escabel debéis comprender que la Tierra es el escabel de Dios y del cielo. En la Tierra, vosotros estáis al mando. Pero si lo deseáis, si estáis dispuestos a dejar a un lado vuestra voluntad humana, entonces Dios en vosotros puede estar al mando. ¡Dios en vosotros puede estar al mando! Pero entonces deberéis rezar como hizo el Salvador, con amor purísimo: «Hága­se tu voluntad y no la mía/l. Y cuando lo hagáis, amados, la voluntad de Dios tomará el control de vuestra vida, y ángeles invisibles pondrán en prácti­ca esa voluntad paso a paso a medida que vosotros cooperáis con ella día a día».



La oración del corazón


A pesar de lo que acabo de decir, muchos han experimentado la intercesión de los ángeles sin haberles pedido conscientemente que entren en su vida. ¿Cómo puede suceder esto? Una razón es que han tenido una relación continua con Dios y sus ángeles en esta vida y en vidas pasadas, incluso aunque no lo sepan conscientemente. Somos algo más que nuestra mente exterior. Otra razón es que desde el nivel de la mente subconsciente nuestra alma llama a Dios a gritos, implorando su ayuda. Más aún, la oración del corazón -que quizá ni siquiera expresamos con palabras ni formulamos conscientemente- llega al trono de gracia y recibe respuesta inmediata y directa desde el corazón de Dios.


Hasta la oración del deseo -el deseo ardiente de liberar a los seres queridos de la esclavitud del dolor y del sufrimiento- es respondido por los siervos angélicos de Dios. En otras palabras, los ángeles responderán a todos los niveles del ser desde donde .se esté pidiendo ayuda a Dios, sea cual sea, consciente o inconsciente. Puede que no seas consciente de ello, pero tu alma puede estar o haber estado durante largo tiempo en oración interior. Ten por seguro que Dios siempre responde a la oración del corazón. Él responde enviando a sus servidores angelicales para que sean tus guías, guardianes y amigos. Como tú sabes que tú necesitas este apoyo tan personal para sobrellevar la vida, Dios creó a los ángeles como extensiones de Sí mismo en este mundo imperfecto en el que vivimos.


Una forma muy eficaz de conocer a tu ángel de la guarda es pedirle a Dios que te envíe su llama violeta. Cuando tu aura esté llena de la luz violeta, vendrán a ti no uno sino muchos ángeles custodios. Me gustaría enseñarte a invocar la llama violeta para que puedas mantener el aura tal como aparece en la figura inferior de la Gráfica de Tu Yo Divino.


Este decreto se titular «YO SOY la Llama Violeta». Cuando usas el nombre de Dios, YO SOY, y luego añades «la llama violeta», estás diciendo: «Dios en mí es la llama violeta». Estás usando el nombre divino que Dios mismo le dio a Moisés para que éste nos lo diera a nosotros.


Cuando dices: «YO SOY la llama violeta en acción en mí ahora», lo que estás afirmando es: «Donde yo estoy, ahí está Dios. Visualizo su llama violeta a mí alrededor. Veo la pureza de mis chakras. Veo el cordón cristalino descendiendo desde mi Yo Crístico y mi Presencia YO SOY. Y acepto que mi Presencia YO SOY está enviando la llama violeta en respuesta a mi petición». Esta llama violeta se usa concretamente para la purificación. El rayo violeta es un rayo de la purificación que, en respuesta a tu petición, purificará tu aura.


Cuando estamos entre mucha gente en el centro de una ciudad o vamos de compras a lugares donde hay multitudes, nuestra aura recoge sustancia de otras personas, tanto buena como mala. Y por eso algunas veces cuando llegamos a casa nos sentimos agotados. Podemos invocar la llama violeta para que transmute y restaure nuestra aura. La llama violeta también puede eliminar registros kármicos procedentes de vidas pasadas. Esta llama es un gran regalo que nos ha dado el Maestro Ascendido Saint Germaint. Recitemos juntos este decreto:


YO SOY la Llama Violeta

En acción en mí ahora

YO SOY la Llama Violeta

Sólo ante la Luz me inclino

YO SOY la Llama Violeta

En poderosa Fuerza Cósmica

YO SOY la Llama Violeta

Resplandeciendo a toda hora

YO SOY la Llama Violeta

Brillando como un sol

YO SOY la Llama Violeta

Liberando a cada uno



Protege tu corazón


Los Arcángeles Chamuel y Caridad te invitan a que les reces todos los días para que protejan tu corazón físico, tu chakra del corazón y tu llama trina. Tu llama trina es una chispa de la luz de Dios que está en la cámara secreta del corazón. Los Arcángeles Chamuel y Caridad dicen que el corazón es muy sensible a las vibraciones, tanto malas corno buenas; el corazón percibe las ondas del pensamiento y del sentimiento. Nos recuerdan estos arcángeles que debemos tener cuidado con los espíritus malignos que desean apagar esa llama divina que arde en el altar de nuestro corazón. Estos espíritus trabajan directamente contra el corazón, haciéndolo vulnerable a las enfermedades cardiacas y a los ataques al corazón.


Chamuel enseña que tu devoción al Dios Padre/ Madre te garantiza la protección del corazón y del chakra del corazón” Pero también te da consejos prácticos acerca de cómo tener un corazón más sano. Aconseja que nutramos el corazón con alimentos naturales y cultivados ecológicamente, especialmente cereales y granos; que suprimamos los alimentos lácteos y la margarina; y que, dentro de lo posible, nos abstengamos de comer carne roja, parcial o totalmente.


Me gustaría ofrecerte la «Meditación del Chakra del Corazón». Son sólo cuatro renglones:


“Cual rosa que se abre bellamente

Y esparce su fragancia por el aire,

Así vierto yo mi devoción por Dios,

Unido ahora al Océano Cósmico.”


Me gustaría invitarte a que pongas las manos sobre el corazón y a que visualices el chakra del corazón, con sus doce pétalos, abriéndose como si fuera una rosa. La fragancia de tu corazón es tu devoción a Dios y tu amor por el prójimo. Le envías a Dios tu devoción y luego visualizas que te has unido al océano cósmico de la conciencia divina.


En estos cuatro renglones tenemos la metáfora, y un profundo entendimiento por parte del alma, de que tu corazón es una rosa en proceso de abrirse; y la fragancia de ese corazón va a Dios como devoción. Le enviamos a Dios nuestra devoción y, al hacerlo, podemos movemos con esa devoción porque se la estamos dando a Dios y nos pertenece. Así que nuestra devoción y nuestra unidad con esa devoción nos permite unimos al océano cósmico de la conciencia divina.

Éste es un mantra corto, pero de gran profundidad. Si te llega al corazón, úsalo todos los días. Es uno de esos mantras de Amor Divino que nos protege de las palabras mordaces, de hacer o decir algo cruel, algo inconsiderado, algo que hiera a otro. Cuando acumulamos en el corazón el moméntum de los mantras de amor, estamos bajo control y no permitimos que estas cosas agobien a los demás. Los mantras del amor son muy importantes. Vamos a recitarlo juntos.


“Cual rosa que se abre bellamente

Y esparce su fragancia por el aire,

Así vierto yo mi devoción por Dios,

Unido ahora al Océano Cósmico. “


La devoción abre una senda hacia Dios


Encontrarás que en nuestros folletos y en las cintas de mantras, decretos y canciones que hemos publicado, habrá algunos que te gustarán más que otros, habrá algunos que te gustará recitar más a menudo. Hay un mantra para cada uno de nosotros y muchos mantras para todos. Escoge tu mantra y que sea algo que tenga para ti un significado muy profundo, que cada vez que digas las palabras puedas sentir que se están convirtiendo en realidad porque dentro de ti hay un lugar que resuena con ese mantra o decreto. Y así, por medio de éste -que es como una red de energía-, aumenta la devoción de tu corazón. Dios la multiplica y te la devuelve.


A través de la devoción podemos mantener a los ángeles a nuestro lado porque ella abre los canales: nuestra devoción llega a Dios y a los ángeles; y de esa manera abrimos una senda que lleva hasta nuestro Dios; y los ángeles viajan siguiendo esa senda hasta llegar a nuestro corazón.


Puedes recitar esta «Meditación del Chakra del Corazón» muchas veces al día utilizándola como un mantra para mantener tu lazo de unión con Dios. Al meditar en el Dios de Amor -pronunciando estos cuatro renglones-, puedes entrar en un éxtasis espiritual nacido de enviar el amor de tu corazón, un amor que aumenta cada vez más.


Aquieta tu corazón


Me gustaría recomendarte un libro titulado Corazón, escrito en 1932 por Helena Roerich. Es la enseñanza de los maestros ascendidos. Trata sobre lo valioso que es el corazón, sobre cómo protegerlo y aquietarlo; también habla del corazón como un centro, una abertura que nos lleva a Dios. Esta enseñanza será muy importante a medida que avances en el Sendero y puedas percibir las vibraciones desiguales del mundo, energías de guerra, de ira, etcétera. Cuando éstas reverberan en nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestros chakras y nuestro corazón, uno comprende que es necesario tener un mayor entendimiento del sendero del corazón, al igual que Jesús nos revela su Sagrado Corazón y su madre, María, nos revela su Corazón Inmaculado. La protección del corazón es la clave para llegar a niveles superiores de iniciación.


Los ángeles de Dios rodean Su trono y perpetuamente le cantan: «Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, tú eres santo en manifestación en el hombre». Éste es otro mantra para el chakra del corazón. Los serafines de Dios se reúnen alrededor del trono de Dios en anillos concéntricos de luz. Repiten este mantra en coros magníficos y con arreglos instrumentales majestuosos, alabando a Dios. Al realizar esa alabanza reciben, desde la presencia misma de Dios, la intensidad de Su Luz. Y entonces legiones de serafines van a diversos sistemas planetarios llevando esa luz en sus auras para la curación de la gente, las naciones y las situaciones.


Los serafines pasan un cierto tiempo muy cerca de Dios y luego se marchan. Continuamente los ángeles llegan y se marchan del trono de Dios. Seguro que cantan muchas otras frases majestuosas, pero ésta es la que tenemos.


Vamos a recitarla juntos:


!Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso,

Tú eres santo en manifestación en el hombre!


Esta afirmación, por simple que parezca, te pone en contacto directo con los serafines y los querubines de Dios, gracias a la devoción de tu corazón. Si recitas esta oración, los ángeles te respetarán y te acompañarán tal como acompañaron y respetaron a Jesucristo, a Moisés, a Buda y a muchos otros que nos han precedido.


Los Arcángeles Chamuel y Caridad facilitan este acercamiento de tu alma a Dios por medio del Amor Divino. Ellos te enseñan el sendero de la integridad, porque sólo por medio de la restauración de la integridad puedes resolver los problemas psicológicos.


Integridad por medio de tu niño interior y tu adulto interior


El alma es la parte de ti que, usando su libre albedrío, se apartó de la Presencia de Dios. El término «niño interior», del que muchos han oído hablar, es uno de los nombres que le damos al alma. Tu niño interior tiene que unirse al adulto amoroso interior. Antes de que eso pueda suceder, tu adulto interior debe convertirse en un adulto amoroso.


¿Qué hace que tu adulto interior no sea amoroso?


Esto sucede cuando tu adulto interior se forma de acuerdo con el modelo de tus padres. Si tuviste padres perfectos, tu adulto interior será perfecto como ellos. Pero si no los tuviste, tendrás que remoldear ese adulto interior -así como tu niño interior- de acuerdo con el patrón de tu Yo Superior, tu Santo Yo Crístico y tu ángel de la guarda. Cuando, amando a tu niño interior y al prójimo, tu adulto interior recupera su integridad, entonces te unes a tu Santo Yo Crístico, que es tu ángel custodio.


Tú eres el único que puede salvar tu alma o tu niño interior. ¿Cómo puedes hacerla? Por mediación del Sagrado Corazón de Jesús y del Sagrado Corazón de tu Santo Yo Crístico; amando a esa alma, a ese niño interior, y librando a ese niño de los recuerdos dolorosos que han desfigurado el alma desde la concepción. Yo recomiendo que leas libros sobre el niño interior; es un paso importante para el crecimiento de tu alma.


También tenemos una valiosa manera de sanar al niño interior y al adulto interior que nos ha sido dada por el mismo Señor Krisna. Él me ha pedido que te diga que si le invocas, él pondrá su Presencia sobre ti para sanar los traumas y los registros de dolor. Si, por ejemplo, tuviste algún trauma emocional a los cuatro años de edad, puedes visualizar al Señor Krisna con esa edad y decir: «Amado Señor Krisna, pon tu Presencia sobre mí ahora, sobre mi niño interior a la edad de cuatro años». Yeso es lo que él hará. Él te ayudará a sanar ese registro.


Puedes hacer esto con todos los registros de tu vida desde el momento de la concepción hasta el presente.


Puedes invocar al Señor Krisna usando sus mantras o cantando sus bhajans, que grabamos hace poco. Una parte de nuestro niño interior -la parte que al recibir amor y encontrar el camino se ha sanado- está unida a nuestro Yo Crístico; una parte de nuestro adulto interior también está unida a nuestro Santo Yo Crístico. Pero es la parte herida, la parte golpeada, tanto del adulto interior como del niño, lo que no puede unirse al Santo Yo Crístico hasta haber sido curada.


Nosotros mismos debemos sanar nuestro niño interior porque es nuestra alma y nuestra alma ha de ser salvada. Si tuvimos malos modelos, debemos remodelar nuestro adulto interior. Muy pocos de nosotros somos padres perfectos hoy en día, y muy pocos de nosotros tuvimos padres perfectos. Así que, al resolver la situación, paso a paso, con nuestros padres y con los padres interiores, hallamos la curación de esa parte de nuestro ser y vemos cómo alcanza la integridad. Ese pequeño pedazo del pastel, por llamarlo de alguna manera, puede entonces unirse a nuestro Santo Yo Crístico. La unión con el Santo Yo Crístico sucede poco a poco, a medida que buscamos la curación del niño interior y del adulto interior.


Si te sientes inclinado a hacerla y si los mantras a Krisna son algo que te llega al corazón, puedes usados y pedidle ayuda a Krisna.


Perdonar y olvidar


El proceso de resolución nunca está completo hasta que estemos dispuestos a equilibrar el karma negativo que tengamos con las personas más allegadas a nosotros.


Esto quiere decir que tienes que perdonar y olvidar, rezar por los demás, acabar con la impaciencia, liberarte de tu falta de sensibilidad a las necesidades de los demás y dejar de sentir que alguien ha cometido una injusticia contigo. Merece la pena recordar que, en última instancia, no existe ninguna injusticia en el universo.


Tenemos que afrontar el hecho de que hemos cometido errores en el pasado y que esos errores nos exigen que demos servicio para liberar a la vida, y con esto me refiero a cualquier persona que entre en tu vida.



Admitir la responsabilidad de corregir todas las equivocaciones del pasado es el primer paso que nos lleva hacia la integridad en el sendero del Amor Divino. Tienes que comenzar a adquirir el hábito de ayudar a los demás, de esforzarte por ellos, y de perdonar setenta veces siete.


Los Arcángeles Zadquiel y Amatista nos traen la llama violeta y nos enseñan a perdonar.



Unidad con tu llama gemela


Los Arcángeles Chamuel y Caridad han prometido reunirte con tu llama gemela si obedeces la Ley del Amor Divino y estás dispuesto a saldar tu karma, aunque sea a costa de grandes sacrificios y arduo trabajo. Las llamas gemelas son complementos divinos. Dios te creó con otra mitad. Hubo en un tiempo un cuerpo luminoso de fuego blanco, una esfera íntegra. Dios tomó esa esfera y de ella creó a dos, gemelos idénticos, dos mitades del Todo Divino.


Mientras vivimos en los niveles de perfección, fuimos uno. Cuando dejamos la presencia de Dios, en algún momento, en algún lugar, comenzamos a hacer karma con otras personas, a involucramos en otras relaciones. Comenzamos a peleamos con nuestra llama gemela y nos separamos, una separación de largos siglos. Cada vez nos alejábamos más. Algunas veces pasamos muchas vidas sin encontrar a nuestra llama gemela. Nos sentimos solos sin nuestra otra mitad, y esa sensación de soledad puede ser abrumadora.


El libro “Cura tu soledad”, de Erika Chopich y Margaret Paul, enseña a restaurar nuestra integridad interior comunicándonos con el niño interior y el adulto interior. La integridad es el estado de unión con Dios y de armonía entre los diferentes compartimientos del ser. Como estamos trabajando diariamente para mejoramos, en ese proceso liberamos energías creativas con las cuales podemos atraer a nuestra llama gemela.


A menos que establezcamos una dirección de integridad en nuestra vida y convirtamos esta integridad interior y exterior en una prioridad diaria, corremos el riesgo de que nuestra llama gemela no nos reconozca o que nosotros no reconozcamos a nuestra llama gemela. Cuando hablamos de integridad, queremos decir que nos esforzamos por ser lo que éramos al Principio con nuestra llama gemela para que, hoy día, podamos estar juntos en la realidad, no en la ilusión, de nuestro Verdadero Yo.


Chamuel y Caridad explican que la forma de unimos con nuestra llama gemela es unirse primero a la Presencia Divina. «En esa “Estrella Polar del Ser” -nos dicen-, en ese imán de fuego sagrado, te convertirás en un sol resplandeciente para atraer» a tu llama gemela. Nos dicen que la forma de unimos a nuestra llama gemela es ponemos a trabajar y hacer el trabajo que sabemos que Dios nos ha asignado, aunque no tengamos deseos de hacerla. Simplemente hazlo con un corazón alegre porque es tu karma. Alégrate de tener todos los días la oportunidad de saldar karma.


Chamuel y Caridad nos enseñan: «”Amaos los unos a los otros como yo os he amado” son las palabras de vuestro Y o Crístico para ti y para tu llama gemela. Porque, por doloroso que sea, estáis separados de vuestra llama gemela por una sola razón: no os habéis amado el uno al otro como Cristo os ha amado por separado; y, por lo tanto, el karma de la falta de amor ha provocado la separación». Piensa en esto. «Que el amor perfecto expulse el miedo de estar solo, separado de Dios y de vuestra llama gemela».


Invocad la llama violeta con la promesa:


“Oh, mi Dios, que nunca más hiera a mi llama ge­mela ni a ninguna parte de la Vida”. Si “os amáis el uno al otro” como Cristo os ha amado por siempre, este amor será considerado la expresión del amor hacia vuestra llama gemela».


En otras palabras, cuando le das a cualquier per­sona con la que tengas cualquier tipo de relación -parientes, amigos, vecinos, compañeros de traba­jo- el amor que le darías a tu llama gemela, ese amor va a tu llama gemela y es tenido en cuenta para alcanzar la restauración. Así que al mirar a alguien, recuerda que Cristo habita dentro de él. Todas las personas tienen un ángel custodio. Entrega la abun­dancia del amor de tu corazón y sabe que ese amor nunca se pierde, nunca se malgasta -sea cual sea la reacción de quien lo recibe- porque el Amor Di­vino puro siempre regresa al corazón de Dios des­pués de haberlo enviado a quienquiera que estés amando.


Equilibra karma


Chamuel y Caridad nos dicen: «Amad a toda la vida libre y veréis que equilibraréis todas las injusticias que os han separado del amado o amada de vuestro corazón». Pase lo que pase en el trabajo o en los momentos de esparcimiento, nunca te des por vencido porque alguien te mire malo te hable de mala manera. No abandones hasta haber buscado entendimiento, paz y, por lo menos, respeto mutuo en las situaciones en las que haya un desacuerdo con otra persona. Cuando hayas dicho todo lo que pueda decirse, continúa tu camino. No puedes obligar a nadie a pensar bien de ti, pero siempre puedes ser amable con él o ella.


Algunas veces, en nuestro peor aspecto, somos indolentes. No vemos por qué deberíamos saldar nuestro karma cuando «Jesús ha pagado el precio de nuestros pecados», o así se nos ha dicho. Rehuimos la responsabilidad porque es demasiado difícil, es doloroso, es desagradable estar atado a una persona o situación que no nos gusta. Es trabajo sucio; ya nosotros nos gusta el trabajo limpio.


Aguanta hasta el final y salda tu karma sirviendo para liberar a la vida, especialmente sirviendo a las personas más allegadas a ti. Recita tus decretos a la llama violeta con la debida diligencia y dedicación, y con el tiempo, saldarás ese karma y nunca tendrás que volver a tratar con esa situación o persona. A menos que, por supuesto, hagas más karma negativo con esa persona o a menos que las cosas hayan mejorado tanto al equilibrar el karma y resolver tus problemas psicológicos, que ahora te das cuenta de que vale la pena mantener esa relación.


Sí, es importante que aceptes las tareas que Dios te encomienda con el fin de que equilibres tu karma. También es importante que no adquieras un falso sentido de responsabilidad que te haga quedarte en una situación después de haber saldado el karma y trascendido la asociación. Éstas son unas cuantas ideas para saldar el karma que te separa de tu llama gemela.


La Arcangélina Caridad


La Arcangélina Caridad es la llama gemela del Arcángel Chamuel. Ella ha trabajado durante siglos para ayudar a los hijos de la Tierra a saldar su karma por medio del servicio a los demás. Ella instruyó a la Maestra Ascendida Nada, un gran ser espiritual, en su última encarnación en la Tierra.





La Maestra Nada era la hija más pequeña de una gran familia donde todos los hijos tenían dones excepcionales. La Arcangélina Caridad se le apareció durante su infancia y le enseñó a atraer el amor de Dios a su corazón e irradiarlo al reino de la naturaleza para bendecir a toda la vida. La Arcangélina Caridad también le enseñó a Nada a expandir su llama trina para que contribuyera a acelerar los chakras de sus hermanos y hermanas. Nada apoyó a sus hermanos mientras ellos lograban ser figuras reconocidas en sus respectivas profesiones. Su trabajo espiritual interior era cuidar la llama del altar del corazón de sus hermanos mientras ellos usaban sus energías y talentos para realizar grandes contribuciones a la cultura de la época.


Según todas las apariencias, Nada no había logrado mucho en el sentido mundano de la palabra. Pero ella nos ha explicado que recibió su alegría y su recompensa eterna al cuidar los corazones de su familia para que sus hermanos pudieran triunfar y al saber que su servicio había sido esencial para la victoria de sus hermanos. En verdad, Nada logró su ascensión al final de esa vida; una vida entregada al amor y al servicio abnegado, pues ella había sacrificado una carrera propia que podría haber sido brillante.


Esta representación que un artista ha hecho de Nada como maestra ascendida capta el fuego de su aura y de su presencia. Puedes usarla para meditar en la gran maestría de la Llama de Amor Vivo que ella alcanzó.



Tu paquete de karma




La Maestra Nada sirve en el Consejo Kármico, compuesto de ocho seres ascendidos o cósmicos que adjudican el karma de la Tierra y de los que en ella evolucionan. Puede que hayas leído libro sobre gente que pasó por una regresión y recordó experiencias que tuvo antes de nacer. Estas personas recuerdan que un grupo de consejeros espirituales les asesoraba acerca de lo que tendrían que afrontar en la siguiente vida. Lo que recuerdan es su encuentro con los Señores del Karma, que componen el Consejo Kármico.


Cuando nacemos, venimos con un paquete de karma bueno y con otro de karma no tan bueno. El primer karma que encontramos en la vida es el que tenemos con nuestros padres. Normalmente el karma más pesado es con los padres o quizá con hermanos o hermanas, otros familiares, cónyuge o cónyuges, hijos, empleados, jefes… o todos juntos. Si entiendes esto y verdaderamente quieres ser libre, puedes resolver todas las situaciones problemáticas, perdonar mucho y amar un montón.


Un buen libro que habla sobre experiencias con consejeros espirituales entre una vida y otra se titula Life Between Life («Vida entre vidas») de loe! Whitton y loe Fisher. Es un libro extraordinario que habla de casos reales. Cuando alguien no entiende qué es el karma o la muerte y ha experimentado el fallecimiento inesperado de un ser querido, si lee este libro puede encontrarle algo de lógica a la existencia humana y comprender por qué a veces la gente muere de súbito. si lo lees y tienes ejemplares de sobra, puedes hacer algo más que enviar una tarjeta de pésame. Puedes enviar algo que dé esperanza, visión y consuelo.





Desafía las fuerzas del anti-Amor


El Arcángel Chamuel nos enseña a desafiar a las fuerzas del anti-Amor. Él nos ha dado un mantra que, sin lugar a dudas, lo logrará. Las fuerzas del anti-Amor son todo aquello que se opone a la manifestación de Dios dentro de ti. Entre estas fuerzas se incluye cualquier pequeña irritación, ira, discusiones, palabras airadas, la pasividad que te impida terminar un trabajo. Son todas las fuerzas que se oponen a la Luz dentro de ti, todas las fuerzas que violen la integridad, el honor y la libertad de tu alma; desde un leve disgusto hasta la crítica y la condenación, pasando por el odio a muerte.


Chamuel nos dice que estas fuerzas del anti Amor son sutiles. Están tanto dentro de nuestro subconsciente como en el mundo en general. Se han introducido en nuestra psique por medio de, por ejemplo, figuras de autoridad que hayan provocado sentimientos de aversión hacia uno mismo, de auto condenación y de baja autoestima. Todo esto se puede clasificar como fuerzas de anti-Amor.


Chamuel dice que purificar «nuestra casa de las fuerzas del anti-Amor es una manera de preparar el alma para la integridad y para que los arcángeles te transmitan su poder». Los arcángeles no pueden darte el poder de patrocinar en este mundo buenas causas hasta que te hayas librado de estas fuerzas del anti-Amor. Cuando permites que sean parte de tu hogar o parte de tu psique, entonces, en cualquier momento puedes desencadenar inesperadamente estas fuerzas del anti-Amor y abusar del poder que Dios puede concederte a través de los arcángeles.


Es por esto por lo que toda la humanidad ha perdido el poder de Dios. Por esto nuestras vidas han sido acortadas a unos setenta años. En el día de hoy alcanzamos unos cuantos años más, pero dicen que los seres humanos solían vivir cientos de años. Hay quien no cree en lo que cuenta la Biblia, pero yo sí. Gracias a que aquella gente no abusaba del poder de Dios, tenían este poder con el cual extendían su vida hasta los ciento diez, los ciento ochenta o los doscientos años.


Así que si buscas el poder de Dios para una buena causa -por ejemplo, mejorar algo en tu ciudad- vas a necesitar ese poder y esa energía. Necesitas la abundancia de provisión. Tienes que ocuparte de las fuerzas que desean causar división dentro de ti y, de esa manera, hacer que pierdas la energía de Dios. Dios es muy conservador con su energía; la deposita como inversión en aquéllos que no se permiten estados de discordia o de ira, en aquellos que no son desagradables con los demás.


Así que Chamuel dice: «Preparaos para lidiar con las fuerzas del anti-Amor. No van a marcharse voluntariamente». Tienes que saber si esas fuerzas te tienen agarrado. «Por consiguiente, tienes que hacer el fiat que los desterrará para siempre». Y se refiere al fiat que el Arcángel Chamuel dio en octubre de 1992 en la ciudad de Nueva York cuando yo comuniqué su dictado. Él dice que cada vez que recites este fiat tienes que llamarle para que te acompañe al hacerlo. Y esto es lo que tienes que decir:


En el nombre de Dios, YO SOY EL QUE YO SOY,

En el nombre Arcángel Chamuel:

¡Marchaos, fuerzas del anti-Amor!


Lo que estás haciendo es ejercer tu derecho de ordenarle a las fuerzas de la oscuridad que te dejen, que se marchen de tu hogar, que salgan de tu lugar de trabajo, que salgan de tu vida y que dejen de molestar a los niños, a tu barrio, a tu ciudad. Si deseas ocuparte de algún problema concreto en tu pueblo o ciudad, entonces, en grupo, debe decidirse en qué concentrarse y tienen que trabajar todos los días para resolver ese problema. Podemos hacerlo a una hora determinada antes de ir al trabajo, por ejemplo a las siete de la mañana; o antes de acostarnos; o al mediodía. Cuando invocas y recitas el nombre de Dios y el nombre del arcángel que patrocina una acción determinada y recitas el fiat, entonces los arcángeles y sus legiones reciben de ti la autoridad con la que ponerse a trabajar para resolver el problema.


Cuando se recita este mantra, se dice la primera parte una sola vez: «En el nombre de Dios, YO SOY EL QUE YO SOY, en el nombre Arcángel Chamuel». La segunda parte-marchaos, fuerzas del anti-Amor-, se repite nueve veces para darle el impulso y la autoridad de todo nuestro ser.


Me gustaría que pensaras en alguna situación de la casa, de la escuela, del trabajo, de la política de tu ciudad, cualquier situación que se te ocurra, algo que represente una fuerza de división que esté contribuyendo a la descomposición en lugar de a la unión de la gente en comunidad o en acción familiar.


Si no se te ocurre nada, piensa en el abuso sexual a los niños. ¿Acaso no es eso una fuerza de antiAmor? ¿N o te gustaría estar con el Arcángel Chamuel al lado de todos los niños que estén sufriendo ese abuso? ¿No te gustaría saber que has hecho algo por esos niños? Pues bien, puedes hacerlo. Voy a realizar una invocación y luego vamos a recitar él fiat juntos.


Invocación:


Dios Todopoderoso, te llamamos en esta hora. Invocamos el poderoso círculo y la espada de llama azul de los Elohim de Dios alrededor de nuestra ciudad. Le pedimos al Arcángel Chamuel que ate las fuerzas del anti-Amor. Que sean atadas y eliminadas de este planeta, para que nunca más vayan en contra de los niños.


Exigimos la curación de los niños que hayan recibido cualquier tipo de abuso. Invocamos la curación de nuestro niño interior. Invocamos la curación no sólo de nuestra ciudad sino de los niños de todas las ciudades, todos los pueblos y todos los hogares de todas las ciudades de todas las naciones del planeta. Porque sabemos que las legiones de ángeles están a la altura de esta tarea, y si llamamos a uno, podemos llamar a todos. Por lo tanto, decimos juntos ahora:


En el nombre de Dios, YO SOY EL QUE YO SOY,

En el nombre Arcángel Chamuel:

¡Marchaos, fuerzas del anti-Amor!

(Recitar nueve veces)

Lo hemos repetido nueve veces ya que, según los alquimistas, es el poder del tres por tres, la Trinidad multiplicada por la Trinidad. Estas fuerzas del antiAmor están atrincheradas. Cuando repetimos el último renglón, les estamos dando autoridad a las legiones del Arcángel Chamuel. Tenemos que darles nuestra energía. Y ellas salen a guerrear contra los demonios y los exorcizan de los niños y de la ciudad.


Cuando recitas este fiat, Chamuel dirige la luz a través de tus chakras y la envía a todas las naciones para atar las fuerzas del anti-Amor en los gobiernos, en las economías y en todos los aspectos de la sociedad. Volvamos a hacerlo para que, por el tremendo poder de su Presencia, el Arcángel Chamuel pueda multiplicar nuestro fiat en las cuatro esquinas de la Tierra.


En el nombre de Dios, YO SOY EL QUE YO SOY,

en el nombre Arcángel Chamuel:

¡Marchaos, fuerzas del anti-Amor!

(Recitar nueve veces)


Visualiza la manifestación de la acción


Usa ahora el poder de tu tercer ojo para visualizar cómo la acción que invocas sucede instantáneamente gracias a millones de legiones de ángeles a las órdenes de Chamuel. Pon tu atención en el tercer ojo, que está en el centro de la frente y visualiza: Puedes ver niños, niños pobres, niños ricos, niños de clase media, niños en todas las partes de la ciudad. Puedes ver a esos niños y también a los ángeles de Chamuel (recuerda: son de color rosado). Están en plena batalla así que están ataviados como corresponde. Están atando a los demonios. Van a todos los niños y eliminan todas las fuerzas del anti-Amor que hayan llegado a ellos por medio de cualquier persona, incluidos los que no saben que son herramientas del anti-Amor, que tienen buenas intenciones. Podemos visualizar esa acción; y al hacerlo, el poder del tercer ojo está haciendo que esa acción se manifieste.


Puedes ver en el ojo de la mente los lugares famosos de diferentes naciones como punto de referencia. Has visto por televisión la torre Eiffel, la puerta de Brandenburgo, muchos otros lugares. Ahora imagínate que estás allí. Imagínate que los ángeles están allí. Ve cómo los ángeles de Chamuel protegen a todos esos niños. Puedes ver a los niños de Bosnia o de Somalia. Todo lo que has visto en la pantalla del televisor lo puedes ver ahora en el ojo de tu mente. Pero le añades a esa escena las legiones de Chamuel y Caridad. Y visualizas cómo atan todas las fuerzas del anti-Amor que estén privando a esos niños de alimento, de ropa, de la educación adecuada, de una vida normal libre de guerra, libre de hambrunas. Visual iza a estos niños en el mundo entero.


Visualiza cómo los ángeles van a todas las naciones. Usa el tercer ojo para enviar un haz de luz a todas las naciones donde las fuerzas del anti-Amor estén sueltas destrozándolo todo a su paso. Puedes ver las noticias en la televisión, tornar apuntes y grabar esas escenas en el ojo de tu mente. Después apagas el televisor y ofreces una sencilla oración. Pide la intercesión de los ángeles en todas las situaciones de las que hayas sabido a través de las noticias y los periódicos en ese periodo de veinticuatro horas. Y para terminar, recita este fiat.


Ahora puedes pensar a la vez en todos los lugares con problemas en el mundo, dondequiera que haya fuerzas de anti-Amor. Vamos a repetir esta oración una vez más. Acuérdate de visualizar la manifestación de esta acción, algo muy importante cuando recitas cualquier oración.



En el nombre de Dios, YO SOY EL QUE YO SOY,

En el nombre Arcángel Chamuel:

¡Marchaos, fuerzas del anti-Amor!

(Recitar nueve veces)


Mantén la vigilia con los Arcángeles


El Arcángel Chamuel es categórico. Dice que los siete arcángeles y sus legiones tienen las soluciones a los problemas más graves de nuestras ciudades y naciones, por ejemplo, el crimen organizado, las drogas, el analfabetismo, las bandas callejeras, la deuda nacional y el sida. Lo saben todo sobre los elementos de tu psicología y pueden mostrarte cómo dominados. Él nos promete que si mantienes la vigilia con los arcángeles, encontrarás la solución a todos tus problemas.


Chamuel dice: «Yo, Chamuel, con Caridad y con todas las huestes de Dios, os convoco. No hace falta que os dediquéis las veinticuatro horas del día. Lo que hace falta es un compromiso, aunque sea un poco de tiempo. Nosotros servimos a los que están más abiertos a nuestro servicio al haber abierto sus corazones a Dios y al ser de naturaleza devocional.»


«¿Por qué no adquirir el compromiso de recitar un mínimo de quince minutos al día, sin fallar uno solo, una o más de vuestras oraciones favoritas del librito Ángeles para mantener vuestro vínculo con nosotros, para que despiertos o dormidos recibáis la luz que hacemos pasar por vuestros chakras para traer resolución un día tras otro?»


La Arcangélina Caridad promete que dos ángeles de sus legiones estarán a tu lado hasta la hora de tu ascensión mientras camines por el sendero del Amor Divino. Estos ángeles son suplentes de los querubines. Ellos servirán como protectores para guardarte en contra de toda malicia, toda calumnia y todo malentendido. Su alegría, su razón de ser, es adorar a la llama trina que arde en tu corazón. Caridad nos dice que tu devoción a estos ángeles aumentará el aura de luz rosada que rodea tu chakra del corazón.



Los querubines protectores


Ahora me gustaría familiarizarte con el sagrado cargo de los querubines protectores. La palabra «querubín» proviene de un término acadio que significa «aquél que ora» o «aquél que intercede»; o bien de un término asirio que significa «estar cerca de». Así, querubín significa «el que está cerca», «servidores personales», «guardaespaldas» o «cortesanos». En el conocimiento rabínico y oculto, los querubines son los portadores del trono y los aurigas de Dios puesto que personifican los vientos. Su papel es proteger la santidad de Dios. Los cabalistas asociaban a los querubines con Yesod, el noveno sefirot del árbol de la vida. Según la cábala, Yesod es la «Fundación» y representa la fuerza vital procreadora del universo.


En el cristianismo, los querubines se encuentran entre las órdenes superiores de ángeles. Son los primeros ángeles mencionados en el Antiguo Testamento. Dice el Génesis que después de que Dios expulsara a Adán y Eva del Paraíso, «puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida».


En el Antiguo Testamento, los querubines llevan el trono de Dios en el Sanctasánctorum, que es el santuario interno del Templo de Jerusalén. La Biblia describe cómo el Señor mora entre los querubines. El Señor instruyó a Moisés para que al construir el tabernáculo pusiera un querubín de oro a cada lado del propiciatorio, que es la tapa del arca de la alianza. El Señor le dijo a Moisés: «Estarán [los querubines] con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio. Pondrás el propiciatorio encima del arca; y pondrás dentro del arca el testimonio que yo te daré. Allí me encontraré contigo; desde encima del propiciatorio, de en medio de los dos querubines colocados sobre el arca del testimonio, te comunicaré todo lo que haya de ordenarte para los israelitas».


Un exegeta escribe: «Según los antiguos rabinos, su nombre [el nombre de uno de los querubines del propiciatorio] era Justicia y el del otro era Misericordia. Pero algunos antiguos interpretadores han dicho que aunque normalmente las caras estaban una medio enfrente de la otra, cuando reinaban la paz y la justicia, se miraban de frente y adelantándose se besaban».


En el Templo de Salomón en Jerusalén, las paredes estaban cubiertas de grabados de querubines. El libro de Ezequiel habla de la visión que éste tuvo de cuatro querubines: «Yo miré: vi un viento huracanado que venía del norte, una gran nube con fuego fulgurante y resplandores en tomo, y en el medio como el fulgor del electro, en medio del fuego. Había en el centro como una forma de cuatro seres cuyo aspecto era el siguiente: tenían forma humana».


Ezequiel describió que cada querubín tenía cuatro rostros, cuatro alas y sus pies como la planta de la pezuña del buey. Dijo: «Entre los seres había algo como brasas incandescentes, con aspecto de antorchas, que se movía entre los seres; el fuego despedía un resplandor, y del fuego salían rayos».


En el Islam, los querubines alaban a Dios de continuo cantando: «Gloria a Alá». Se dice que habitan en un lugar donde el diablo no puede atacados.


Hasta el siglo XI, se representaba a los querubines con rostros maduros rodeados de dos o seis alas. Esta imagen quería transmitir el espíritu puro, la inteligencia y la velocidad de los querubines. En el arte religioso posterior, los querubines fueron normalmente representados con rechonchas caras de niño y cabello rizado rodeados por un grupo de alitas. Así se perdió la comprensión original de que los querubines eran los grandiosos e ígneo s protectores de las alianzas que Dios había hecho con su pueblo por medio de Moisés.


El ángel de la guarda


Quiero contarte una historia divertida sobre una valla publicitaria que hace muchos años mi esposo Mark y yo vimos en Colorado Springs, mientras circulábamos por una carretera. En un momento dado, levantamos la vista y vimos una valla que decía: «Un ángel en el cielo no es nadie especial». El mensaje que la valla quería transmitir era: «Conduce con cuidado, porque si mueres en un accidente de tráfico, nadie va a darse cuenta de que hay un ángel más en el cielo; más vale que seas un ángel en la Tierra». Esta es una anécdota divertida y muy oportuna para nuestro tema.


Mi encuentro con el Arcángel Gabriel


Me gustaría hablar de mi primer encuentro con un ángel. Yo tenía dieciocho años de edad y estaba terminando el bachillerato en mi pueblo natal, Red Bank, en Nueva Jersey. Había salido del interior del la iglesia y me encontraba en los escalones de la puerta principal de la iglesia de la Ciencia Cristiana donde asistía a la escuela dominical, y allí, bajo la hermosa luz del sol, me encontré de frente con el Arcángel Gabriel. Fue uno de los momentos más asombrosos de mi vida. Nunca antes había experimentado algo parecido.


Con el Arcángel Gabriel allí, frente a mí, me di cuenta de que estaba completamente rodeada por su aura, una luz blanca de tremenda magnitud. Y comprendí que él me estaba transmitiendo algo que quería que yo supiera y entendiera. Las palabras fueron claras y mi respuesta a su mensaje fue: «¡Vaya, tengo que ascender en esta vida!»


Fue algo impresionante porque nadie me había enseñado que yo estuviera destinada a lograr la ascensión en esta vida. Al contrario, siempre me habían enseñado que sólo Jesús podía lograrla, que no era algo para nosotros. Pero en realidad sí lo es.


El Arcángel Gabriel es el ángel de la anunciación. Les anunció a Zacarías y a Isabel el nacimiento de Juan el Bautista. Le anunció a María que a través de ella nacería el Niño Cristo. Pero el Arcángel Gabriel también llega a ti en esta vida para anunciarte que ésta podría ser la vida en la que tienes que cumplir con tu misión, con tu razón de ser, con tu llamado en Dios. Si estás atento, le oirás. Cuando prestamos atención a los ángeles, podemos oír lo que ellos nos comunican.


Pude ver al Arcángel Gabriel porque él aceleró mi visión interna. Sentí su impresionante presencia. Todos los ángeles tienen grandes auras, pero los arcángeles están por encima de las otras órdenes de ángeles y sus auras son tan enormes que uno puede percibirlas; se siente el amor, la esperanza, la fe, el aliento, el apoyo.


Porque una de las formas que los ángeles tienen de ayudamos es transmitimos o transferimos esa luz tan grande que procede de Dios. Con frecuencia ellos están en presencia de Dios. ¿Te acuerdas de lo que dijo Gabriel cuando le anunció a Zacarías el nacimiento de Juan? «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios». De modo que los ángeles nos traen la presencia de Dios cuando nosotros no somos capaces de soportar la gran luz y el tremendo poder de estar en Su Presencia.


La esfera de su aura me rodeaba y me suspendía en un estado de conciencia que yo no poseía, que yo no podía alcanzar. Me sentí unida a Dios. Fue tranquilizador y un fortalecimiento que me sostendría durante el resto de mi vida. Supe que -durante una milésima de segundo en el tiempo y en la eternidad había experimentado la presencia de un arcángel y por medio de éste, la omnisciente Mente de Dios.


Probablemente todo esto no duró más de sesenta segundos. Estaba llena de una alegría inmensa, un gozo que me parecía iba a durar para siempre y que podía eliminar todas las aflicciones que tuviera que afrontar en esta vida. Y esa vislumbre me ha traído hasta aquí y espero que me continúe impulsando durante el resto de mi vida.


La ascensión: la meta de la vida


Ninguno de mis instructores de religión -y probablemente ninguno de los tuyos-, me había explicado que el relato bíblico de la ascensión de Jesús es un ejemplo de una iniciación que está abierta para todos nosotros. Dios y Jesús así lo han decretado. Yo lo supe en ese momento. Lo supe gracias al aura del Arcángel Gabriel. Y así entendí el profundo significado de la unión de nuestra alma con Dios. Al mirar hacia atrás, cuando yo formaba parte del cristianismo ortodoxo, me resulta asombroso que nadie explicara esto. Y considero que la iglesia Ciencia Cristiana es parte del cristianismo ortodoxo porque, como muchas otras confesiones dentro del cristianismo, no permite la revelación progresiva más allá del fundador, en este caso, la fundadora, Mary Baker Eddy.


Lo supe entonces y lo sé ahora: la ascensión es la meta de la vida. Y por eso me alegra tanto hablar de ello y ser portavoz de Gabriel y decirte que, si así lo deseas, puedes lograr la ascensión en esta vida. Existe un sendero, una disciplina y un gran amor que puedes seguir para saldar tu karma y unirte a Dios.


La ascensión no sucede automáticamente, como me dijo más tarde mi instructor de la Ciencia Cristiana. En absoluto. Hay ciertas cosas por las que debemos pasar. Tenemos tareas, tenemos compromisos; tenemos un plan divino y un patrón interno que debemos seguir.


También quisiera decirte que tenemos un libro sobre este tema, Actas sobre la ascensión. El Maestro Ascendido Serapis Bey se lo dictó a Mark Prophet. Es un libro práctico sobre el sendero de la ascensión, un libro de texto elemental, pero a la vez de una gran profundidad, un libro muy avanzado. Si de verdad quieres unirte a Dios, deberías leer este libro y asimilar su contenido.


«Una multitud de legiones celestiales»


Después de esa experiencia, tuve otro encuentro con los ángeles. Esta vez estaba practicando esquí acuático en el río Navesink. Me dirigía hacia el océano en un hermoso día, cuando, de repente, trascendí mi conciencia física. Me percaté de que había entrado en otra dimensión: estaba en medio del cielo azul y de las nubes y veía a los ángeles de Dios. Me sentí transportada y mi alma y mi pulso se aceleraron.


Ahora sabía lo que significaba la frase bíblica «una multitud de legiones celestiales». Pude ver almas de muchos siglos de antigüedad que se regocijaban conmigo porque en esta época muchos -y en este muchos te incluyo a ti- íbamos a tener la oportunidad de unimos a Dios. Vi y reconocí a amigos, hermanos y hermanas, compañeros espirituales, muchos de ellos a punto de nacer. Vi que no estaba sola en mi búsqueda, que cohortes de luz de eras pasadas se unían a mí y me animaban a continuar. N o tuve miedo. Y comprendí el significado de la frase «estar entre dos mundos».


Las palabras del profeta que tanto había atesorado en la escuela dominical fueron todo el fortalecimiento que necesitaba:


Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí.

Yo dije: « ¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho».

y me dijo Yahveh: «No digas: “Soy un muchacho “, pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás».

Jeremías 1:5-7

Éste fue el mensaje del ángel del Señor encomendándole una misión a Jeremías. Y éstas eran las palabras que resonaban en mi corazón en aquel momento. Así que me dije: «Esperaré a que el Señor me dé a conocer los detalles de mi llamada».


En 1961 Dios me llamó a ser mensajera de los arcángeles y de los maestros ascendidos, que son seres espirituales iluminados que se han unido a Dios. El Maestro El Morya me educó y el Maestro Saint Germaint me ordenó y ungió para que, siguiendo la tradición de los profetas hebreos, pudiera transmitir la palabra de Dios. Mark Prophet -que más tarde sería mi esposo y que había recibido su educación para ser mensajero diez años antes- fue mi tutor en carne y hueso. Me instruyó un día tras otro, durante tres años, siguiendo los rigurosos ejercicios de las disciplinas de El Morya y de Saint Germaint.


Considero que esta instrucción personal bajo la tutela de los Maestros y de Mark es la mayor bendición qué he recibido. Sin ella, no hubiera estado preparada para enfrentarme con los desafíos que se han presentado en mi misión de llevar la palabra y las enseñanzas de los ángeles y de los maestros ascendidos a la gente del mundo entero. Como parte de esta serie de conferencias, voy a citar fragmentos extraídos de los más de trescientos mensajes de los arcángeles que Mark Prophet y yo hemos recibido a lo largo de nuestra misión.


Mensajeros de Dios


Me gustaría que continuáramos explorando juntos cómo entrar en contacto todos los días con los ángeles, porque verdaderamente ellos son nuestros guías, guardianes y amigos. Antes de empezar a hablar de cómo conocer a tu ángel custodio, quiero darte alguna información general sobre los ángeles.


El término ángel proviene del latín angelus, que significa «mensajero». Todos los ángeles que llegan hasta nosotros lo hacen en calidad de mensajeros, ya sea con un mensaje de amor, de alegría, de paz, de instrucción, de advertencia o de protección. Los ángeles tienen una misión, algo que contarte; así que tienes que escuchar. Tienes que reflexionar y meditar, quedarte un momento en silencio para poder definir qué es lo que te traen los ángeles.


El autor de la Epístola a los Hebreos nos dice que Dios «hizo a sus ángeles viento y a sus siervos llama de fuego». ¿Puedes imaginarte a un ángel hablándote desde dentro de una llama? Dios crea a los ángeles a partir de Su misma esencia.


Los ángeles son heraldos del Hijo de Dios, le preceden proclamando su día. Todos le adoran como la Encarnación de Dios; todos excepto Lucifer y sus legiones, que no quisieron arrodillarse ante el Hijo de Dios. En lugar de ello, pelearon contra la Mujer y su Hijo, que es Cristo, el Señor. De modo que el Arcángel Miguel los expulsó del cielo.


Lucifer y sus seguidores perdieron la guerra pero juraron enemistad en contra del Cristo, que es el Verdadero Yo de todos los hijos e hijas de Dios. Sabían Lucifer y sus ángeles que Dios había situado dentro de ti, en tu corazón y en tu ser, la esencia del Cristo vivo. Desde aquel entonces han seguido batallando. Y, como escribe Juan en el libro del Apocalipsis, fue escuchada la advertencia:


¡Ay de la tierra y del mar! Porque el diablo ha bajado donde vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo [. . .}

Entonces [el dragón, es decir, Lucifer] des pechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.

Apocalipsis 12: 12,17


Se nos avisa en el libro del Apocalipsis que el Arcángel Miguel expulsó a los ángeles rebeldes del cielo y los arrojó a la Tierra, a cuerpos como los que nosotros tenemos. Pero hay otro capítulo en la historia de la gran rebelión que no se encuentra en el capítulo 12 del Apocalipsis. Y es el siguiente: Cuando los ángeles buenos vieron a estos ángeles caídos rondando por la Tierra y haciéndoles la guerra a los hijos de Dios, se dijeron: «Nos ofreceremos como voluntarios. Bajaremos a la Tierra y tomaremos cuerpo humano para poder enseñar a la gente sobre la traición de los ángeles caídos y para proteger a los hijos de Dios de los propósitos malignos de los caídos».


Así que, ¿quiénes son los ángeles? ¿Quién es el Hijo de Dios? ¿Quién eres tú? ¿Y qué relación tienen entre sí?


Cuidadores celestiales


Permíteme que comience a contestar a algunas de esas preguntas leyendo del Nuevo Testamento, del primer capítulo de Hebreos, uno de mis pasajes bíblicos favoritos.


Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos; el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado.


En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy; y también: Yo seré para él Padre, y él será para mí Hijo?


Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: y adórenle todos los ángeles de Dios. Y de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles vientos, y a sus servidores llamas de fuego.


Pero del Hijo: Tu trono, ¡oh, Dios!, por los siglos de los siglos; y: El cetro de su realeza, cetro de equidad.


Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, ¡oh, Dios!, tu Dios con óleo de alegría con preferencia a tus compañeros.

Y también: Tú, al comienzo, ¡oh, Señor!, pusiste los cimientos de la tierra, y obras de tu mano son los cielos.


Ellos perecerán, mas tú permaneces; todos como un vestido envejecerán; como un manto los enrollarás, como un vestido, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo y tus años no tendrán fin.

Y ¿a qué ángel dijo alguna vez: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies?


¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?


Así que vemos que Dios, «que hace a sus ángeles vientos, y a sus servidores llamas de fuego», creó a los ángeles antes de creamos a nosotros. Los ángeles fueron los primeros seres que Dios creó. ¿Por qué? Lo hizo porque sabía que nosotros íbamos a necesitar alguien que nos cuidara, guardianes celestiales.


Dios creó a los ángeles para que nos cuidaran. Lo planificó para que ellos ya existieran cuando nosotros fuéramos creados, cuando llegara el momento de crear a sus hijos e hijas. Sí, Dios formó a los ángeles a partir de Su propio Espíritu de fuego. Los creó como extensiones de Su presencia para que, por medio de Su séquito de ángeles, Él pudiera morar cerca de nosotros. ¿No es ésta una maravillosa forma de pensar en Dios, pensar que se coloca a nuestro lado por medio de los ángeles?


«¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?», nos dice el autor de Hebreos. Y, sin embargo, Dios no puso el gobierno del mundo en manos de Sus ángeles sino del Hijo de Dios. ¿Qué es lo que nos encontramos? Que los ángeles fueron creados primero, y luego el Hijo de Dios. Los ángeles tenían que servir al Hijo. Y Dios le reservó a su Hijo, el Cristo vivo, el gobierno del universo.

Considera a todos los ángeles que se te acerquen, desde el más grande hasta el más pequeño, como un receptáculo, un repositorio de un don o gracia especial que Dios mismo te envía. Y siempre está marcado con la palabra «personal», dedicado a ti y sólo a ti. Cuando le abres el corazón y la vida a un ángel, has de estar preparado para ser llenado con una esencia sagrada proveniente de Dios, formulada específicamente para ti.


Coros de ángeles


Los ángeles tienen multitud de cargos y funciones que se reparten entre las jerarquías celestiales, dirigidas por los siete arcángeles. Los ángeles se dividen en nueve coros, cada uno de ellos una división o clasificación según el servicio que presten. Yo solía pensar que los coros eran grupos de ángeles que cantaban. Estoy segura de que todos cantan, pero también realizan muchos otros trabajos importantes.


Los coros se agrupan en tres jerarquías. La primera jerarquía de ángeles se compone de los coros de los serafines, los querubines y los tronos. La segunda se compone de los dominios, las virtudes y las potestades. Y la tercera, de las principalidades, los arcángeles y los ángeles.


Cada coro, o división, tiene una función diferente.


Así las describe el estudioso Geddes MacGregor: (1) Los serafines, siguiendo la descripción bíblica (Isaías 6), se muestran con seis alas y llamas de fuego a su alrededor, porque son «espíritus de fuego». A veces llevan un escudo con las siguientes palabras:

«Santo, santo, santo es el Señor Dios de los Ejércitos».


Esta es la oración que repiten sin fin delante del trono de Dios.


Los querubines son con frecuencia representados con plumas de pavo real, cuyos múltiples ocelos simbolizan su carácter omnisciente Los tronos son representados corno ruedas de fuego. Ellos son los portadores del trono divino, que simbolizan la majestad divina.


Las dominaciones llevan cetro y espada como los símbolos del poder divino sobre toda la creación.


Las virtudes llevan los instrumentos de la Pasión de Cristo.


Las potestades llevan una espada flamígera porque son quienes protegen a los hombres.


Los principados son quienes protegen a los príncipes y normalmente llevan espada, cetro y cruz.


Los arcángeles, los que están a las órdenes de Miguel.


Los ángeles, aquéllos que no tienen dentro del ejército celestial ninguno de los rangos o comisiones especiales arriba indicados.


Los arcángeles


Tomás de Aquino define a los arcángeles corno aquellos ángeles que le llevan al hombre los mensajes divinos de mayor solemnidad. Por ejemplo, el Arcángel Gabriel anunció a María la Encarnación del Verbo.


Los arcángeles son los capitanes (o jerarcas) de las huestes angélicas. Sus complementos femeninos se llaman Arcangélinas. Los arcángeles son la extensión directa de Dios y encarnan la plenitud de Su Presencia.


Puedes imaginártelo de esta forma: piensa que la presencia manifiesta del único Dios es el Gran Sol Central, el Centro de Luz en el nexo de lo que podríamos llamar nuestro cosmos espiritual-material. Visualiza los rayos de luz procedentes de este Sol y cómo éstos se convierten en ángeles cuando descienden a la Tierra. Así corno el rayo de sol es una extensión del sol mismo, los ángeles son extensiones de la presencia viva de Dios.


Hay un solo Dios pero muchas manifestaciones de sus ángeles. Y de éstos, los más excelsos son los arcángeles y sus Arcangélinas. Por lo tanto, cuando te encuentras en presencia de un arcángel, estás en la presencia misma de Dios.


Los arcángeles son los arquitectos de Dios. Dios los usa para trazar los planos de sus proyectos y para realizarlos. Son constructores cósmicos en el sentido más sublime de la palabra. Le transmiten a nuestra mente el patrón divino de todo lo que emprendemos.


Los arcángeles de los siete rayos


Me gustaría hablar sobre los siete arcángeles como representantes de los siete «rayos» espirituales, o emanaciones lumínicas de la Deidad. De la misma forma que un rayo de luz solar se descompone en los siete colores del arco iris al atravesar un prisma, la luz espiritual se manifiesta en siete rayos o frecuencias de luz. Cada rayo tiene un color, una cualidad y una frecuencia que se relaciona con un aspecto diferente de la conciencia de Dios.


Además, cada rayo se corresponde con uno de los siete principales centro de energía -chakras-, de nuestro cuerpo etérico. Es importante comprender que Dios ha puesto estos centros en cada uno de nosotros para que Sus ángeles puedan transferimos una cantidad de luz cada vez mayor. Recibimos esta luz según cómo vivamos: dependiendo de la pureza de nuestros pensamientos y sentimientos, de si tenemos buenas intenciones hacia los demás, de si amamos al próximo y de si obedecemos las leyes de Dios, que Él nos ha dado por medio de las grandes religiones del mundo.


Me gustaría explicado usando la Gráfica de tu Presencia Divina. Los siete arcángeles se corresponden con las siete esferas que rodean esta presencia individual de Dios que vemos como la figura superior. El servicio que presta cada arcángel también se corresponde con una de estas siete bandas, representadas en nuestros siete chakras.


En la imagen del hombre de los chakras, puedes ver dónde se hallan situados en tu cuerpo. El chakra de la coronilla es amarillo; el tercer ojo, situado en la frente, es de color verde; el centro de la garganta, el chakra del poder, es azul; el corazón es rosa; el plexo solar es morado y oro; el chakra de la sede del alma es violeta; y el chakra de la base de la columna es blanco. Estos son los colores de los siete rayos. (***NOTA veces esta información esta diferentes en otros textos)


Volvamos a mirar la Gráfica y hablemos de las bandas del Cuerpo Causal. En realidad no son bandas, sino esferas de luz. Es la Mónada Divina, que está por encima de ti. Es la presencia de Dios individualizada para ti de tal forma que cuando rezas a Dios, Él no se encuentra a miles de millones de kilómetros de distancia, sino que le puedes rezar a esta presencia de Dios, que siempre te acompaña.


(***NOTA veces esta información esta diferentes en otros textos)


El Arcángel Miguel y la Arcangélina Fe son los arcángeles del Primer Rayo, que es de color azul. La cualidad que nos traen estos ángeles es la fe. Como puedes ver, la esfera azul del Cuerpo Causal es la más externa. El color azul tiene la vibración de la protección, la perfección, la fe, la voluntad divina y las leyes de Dios.


El día del Arcángel Miguel es el martes. Cada uno de los días de la semana está, pues, representado por uno de estos siete arcángeles y su Arcangélina. Cuando sabemos esto, podemos usar nuestras meditaciones para concentramos en esa energía y así intensificarla.


El Segundo Rayo es el rayo del Arcángel Jofiel y la Arcangélina Cristina. Ellos se centran en el chakra de la coronilla, cuya banda, situada cerca del centro del Cuerpo Causal, es de color amarillo. Su día es el domingo, y ellos 110S traen la iluminación divina por medio de este chakra.


El Arcángel Chamuel y la Arcangélina Caridad representan al chakra del corazón y la banda de color rosa del Cuerpo Causal, que es la siguiente después de la amarilla, es decir, la tercera. El día que sentimos la energía de esa esfera con mayor intensidad es el lunes.


El Arcángel Gabriel y la Arcangélina Esperanza personifican el Cuarto Rayo: el rayo blanco, el rayo de la pureza, que se corresponde con el chakra de la base de la columna. La banda blanca es la primera, la que rodea a la Presencia Divina. Su día es el viernes.


El Arcángel Rafael y la Arcangélina María, la Madre de Jesús, Reina de los Ángeles, representan al chakra del tercer ojo y la sexta banda, de color verde. La energía de esta esfera es exaltada los miércoles. Estos arcángeles nos traen el poder curativo de los ángeles y el poder del Ojo Omnividente de Dios, de la precipitación y de la vida abundante.


El Sexto Rayo es el rayo del Arcángel Uriel y la Arcangélina Aurora. Se corresponde con el chakra del plexo solar y la quinta banda, que es de color morado y oro. Es la tercera banda, contando desde el exterior. Es magnificada los jueves. Las cualidades que encarnan estos arcángeles tienen que ver con el servicio a los demás y la transmisión de la justicia divina.


El Séptimo Rayo es el rayo del Arcángel Zadquiel y la Arcangélina Santa Amatista. El Séptimo Rayo se concentra en el chakra de la sede del alma. Es la esfera del medio. Su banda es de color violeta, su día el sábado y su cualidad, amplificar la misericordia, el perdón y la libertad.


Cuando te familiarizas con los siete arcángeles y sus siete rayos, y cómo este pueden ayudarte, te das cuenta de que cada uno puede ser útil en el desarrollo de uno de tus siete chakras y de una de las bandas de tu Cuerpo Causal.


Cuando sabemos que tenemos centros espirituales en nuestro ser que nos permiten entrar en contacto con Dios y cuando sabemos que esa presencia divina está sobre nosotros -incluso el Mediador, el Hijo de Dios, tiene su presencia sobre nosotros, corno vemos en la figura media de la Gráfica-, comprendemos lo cerca que Dios se ha situado por medio de sus ángeles. Y podemos saber que nuestro Dios Padre/Madre nos ama y quiere que regresemos a ser quienes éramos en el principio cuando salimos del Gran Sol Central con nuestra llama gemela.


Una oración a los siete arcángeles


Quiero darte la oportunidad de que te comuniques de forma personal con los siete arcángeles mientras cantamos la canción titulada «A los siete arcángeles».


Ahora te invito a que te pongas de pie en honor de los arcángeles. Yo realizaré una invocación y a continuación te pido que ofrezcas tus oraciones y le hables de forma íntima a cada uno de los arcángeles. Tienes los nombres de los siete en la letra de la canción. Habla con cada uno de ellos.


Oh, siete arcángeles y Arcangélinas, os llamamos en esta hora para la aceleración de nuestros corazones, para el avivamiento de nuestros chakras, de la mente de Dios dentro de nosotros. Venid para estar con los aquí reunidos, cada uno deseando a su manera conoceros y a través de vosotros conocer a nuestro Dios Padre/Madre. Os estamos agradecidos por vuestra protección, por ser nuestros instructores, nuestros consoladores, nuestros sanadores, por. llevarnos día a día, a través de todas las tribulaciones, ·. a través de las cargas y las alegrías de nuestra vida, hasta la victoria.


Oh, Dios, venimos ante ti en esta hora con oraciones muy especiales para nuestros seres queridos y para todos los que sufren en la Tierra. Ofrecemos ahora estas oraciones y sabemos que tu escuchas y respondes inmediatamente nuestra petición [recita ahora tus oraciones personales).


A los siete arcángeles Miguel, Miguel, Miguel,

Príncipe de los Arcángeles, de los agradecidos corazones de todos

Brotan cantos de alabanza.


Por tu celestial presencia todos en la Tierra te adoran,

Dios que vienes del Sol en todo lo que el nombre implica.

Miguel, Miguel, Miguel, que los ángeles de la guarda de tus legiones celestiales vengan a librar a todos.


Purifica, ilumina y manifiesta la gloria de la perfección de la Luz

Que cada quien puede ser.


Jofiel, Chamuel, Gabriel y Rafael, Uriel y Zadquiel,

Y poderosos ejércitos de Luz, querubines y serafines

De los reinos de la gloria, rasgad ahora el velo

Que ofusca nuestra visión humana.


Siete arcángeles benditos, pidiendo iluminación,

Invocamos vuestra presencia en himnos de alabanza a vosotros.

Mantenednos consagrados al cumplimiento del plan de Dios,

Para que, con pureza, seamos vuestros ministros.


Los himnos tradicionales son uno de los métodos que los cristianos han utilizado para comunicarse con Dios, con Jesucristo y con los ángeles. Cuando cantas o recitas un himno, estás hablando a los arcángeles. Ellos te escuchan y te responden correspondiendo a tu devoción. A medida que les das tu devoción y tu gratitud por su servicio infalible, abres la vía de contacto. Y de eso se trata cuando hablamos de amar a Dios y a sus ángeles: de abrir la vía de tu corazón para que en esa correspondencia pueda llegar la respuesta a tu petición así como bendiciones ilimitadas.


Camina y habla con tu ángel

Para conocer a tu ángel de la guarda, envía amor para que abras tu mundo a la entrada de ese ángel custodio de una forma mucho más íntima, como nunca antes has hecho. Puedes caminar y hablar con tu ángel, igual que vemos en el cuadro Tobias y los ángeles, de Botticini.


También vemos a Tobías caminando con el Arcángel Rafael Le vemos relajado y vemos lo normal que es para él conversar con un arcángel. Es como pasear de la mano de su padre.


En este cuadro vemos al Arcángel Miguel y al Arcángel Gabriel al lado de Rafael y de Tobías. Caminan como si fueran humanos. Pero uno puede ver el poder de Dios en estos ángeles, algo que va mucho más allá de lo humano. Sin embargo, el pequeño Tobías se siente tranquilo con ellos. Al leer la historia de Tobías nos enteramos de que Rafael entra en la vida de Tobías y de su padre para obrar una serie de milagros.


Es bueno que cuando estemos caminando en algún lugar, sea el que sea, llamemos a los ángeles para que caminen con nosotros y los visualicemos a nuestro lado y sintamos la dicha de que Dios nos ha enviado a Sus ángeles.


Los ángeles entregan las obras y las palabras de Dios


Tomás de Aquino define a los ángeles como guardianes de los hombres y mensajeros de Dios que dan comunicaciones de menor importancia que las que envía por medio de sus arcángeles.


Mis interacciones con los ángeles me han demostrado que ellos cuidan de nuestro cuerpo, consuelan nuestro espíritu, fortifican nuestra mente y restauran nuestra alma. Nos transmiten las palabras de Dios y sus obras de intercesión. Los ángeles del Espíritu Santo comunican las profecías y las advertencias de Dios, Su consuelo y Su iluminación, Sus exhortaciones y Sus consejos espirituales.


No debería sorprenderte que algunas veces los ángeles tomen cuerpo humano. Nacen de forma natural y caminan con nosotros como nuestros mejores amigos y ayudantes. ¿Te acuerdas de los ángeles buenos de los que hablé antes? Ellos se ofrecieron voluntariamente para habitar en cuerpos de hombres porque cuando vieron a los ángeles malos que el Arcángel Miguel había expulsado del cielo, quisieron venir a cuidamos. Querían que los conociéramos personalmente como instructores y protectores, como aquéllos que nos avisarían de la existencia de los ángeles caídos.


¿Cuántas veces has dicho de alguien especial: «es un ángel»? Y o lo he dicho muchas veces. Hay personas que es casi como si fueran demasiado buenas para estar aquí en la Tierra. El autor de Hebreos nos recordó que no nos olvidáramos «de la hospitalidad; gracias a ella hospedaron algunos, sin saberlo, a ángeles». Uno nunca sabe cuándo la persona con la que está hablando es un ángel en cuerpo humano.


¿Quién es el Hijo de Dios?


Llegamos ahora a la pregunta, ¿quién es el Hijo de Dios? Y ¿qué relación tiene con los ángeles? Leemos en la Epístola a los Hebreos [2:6]:


¿Qué es el hombre, que te acuerdas de él? ¿ O el hijo del hombre, que de él te preocupas?

Le hiciste por un poco inferior a los ángeles, de gloria y honor le coronaste.


Todo lo sometiste debajo de sus pies. Al someterle todo, nada dejó que no le estuviera sometido. Mas al presente, no vemos todavía que le esté sometido todo.


Y a aquél que fue hecho inferior a los ángeles por un poco, a Jesús, le vemos coronado de gloria y honor por haber padecido la muerte, pues por la gracia de Dios gustó la muerte para bien de todos.

Como Jesús nació de la carne, se dice que fue hecho «inferior a los ángeles por un poco», pues antes de la gran rebelión en la que los ángeles rebeldes fueron expulsados del cielo, los ángeles nunca habían descendido al humilde estado de la carne. Nunca habían ocupado cuerpos como los que nosotros usamos. En aquella época todos los ángeles del cielo adoraban al Hijo de Dios. Le servían en todas las capacidades y llamados divinos.

Hebreos continúa:


Convenía, en verdad, que Aquél por quien es todo y para quien es todo, llevara muchos hijos a la gloria, perfeccionando mediante el sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación.


Pues tanto el santificador como los santificados tienen todos los mismos orígenes. Por eso no se avergl1enza de llamarles hermanos.


A los ojos del autor de Hebreos el simple hecho de que Jesús nos llamara hermanos nos sitúa como sus iguales. Ahora bien, esto no es lo que enseña la Iglesia hoy día, pero es lo que está escrito en la Epístola a los Hebreos. «Tanto el santificador-y con eso se refiere a Jesús- como los santificados -es decir, nosotros- tienen todos el mismo origen».


Y debido a que Jesús elevó a los hijos e hijas de Dios tratándolos como sus iguales, Pablo pudo decir a los corintios: «¿Acaso no sabéis que juzgaréis a ángeles?» Pablo se refería a los ángeles rebeldes que vinieron a la Tierra y a quienes debemos desafiar cuando intentan descarriar a nuestros hijos llevándolos a las drogas y a otras cosas destructivas.


Cuando Jesucristo terminó su encarnación final en la Tierra y ascendió al trono de gracia, fue allí coronado con gloria y honor por encima de todos los ángeles del cielo. Y, una vez más, como Jesús, quien nos guía a nuestra salvación, nos hizo suyos, y cuando nosotros terminemos nuestra encarnación final en la Tierra, también ascenderemos al cielo. Este es el profundo misterio de la Epístola a los Hebreos. Dos mil años después, los estudiosos siguen debatiendo quién la escribió. Yo creo que contiene la sabiduría más profunda de nuestro Señor.







Nuestra relación con el Hijo de Dios Gráfica de Tu Yo Divino


Ahora me gustaría explicarte el misterio de nuestra relación con el Hijo de Dios y con los ángeles tal como nos la revela esta Gráfica del Yo Real. La imagen tiene tres figuras. Tú estás representado en la figura inferior, que te representa a ti rodeado de la llama del Espíritu Santo, la llama violeta. La llama violeta es el regalo que Dios nos da para que podamos borrar nuestras transgresiones. Usamos la palabra transmutar para describir su acción. La llama violeta transmuta nuestros errores, nuestros pecados. Somos la figura inferior de la Gráfica rodeados de la llama violeta.


Juan el Amado escribió: «Ahora somos hijos de Dios». El Hijo de Dios es el único Cristo Universal. Pero el gran misterio de la Última Cena y de la Sagrada Comunión es que Jesucristo tomó la hogaza de pan, que simbolizaba su cuerpo, y la partió y nos dio a cada uno un pedazo de ese pan. El gran misterio que les estaba revelando a sus discípulos cuando dijo: «Éste es mi cuerpo, que por vosotros es partido», es la comprensión de que el Cristo Universal, el Hijo de Dios, el Unigénito del Padre, es un solo Cristo y un solo Señor.




Tu Santo Ser Crístico

Dios nos ha dado a cada uno de nosotros esa presencia del Cristo. Para referimos a esa presencia, que reconocemos y sentimos justo encima de nosotros, hablamos de nuestro Yo Superior o del Yo Real o la Conciencia Superior.


La figura del medio de la Gráfica es la figura di Mediador, que es Cristo el Señor. Él media entre nosotros, que estamos en el estado del pecado, Dios, de quien Habacuc escribió: «Muy limpio en de ojos para mirar el mal»16. Así que el Cristo es i mediador. Sólo él puede ir ante el trono de Dios. Y sólo él puede descender a nuestro templo y aconsejarnos. Jesús vino a demostrar su Ser Crístico y mostramos cómo ese mismo Cristo (no hay más ql uno) puede manifestarse para todos nosotros y seguir siendo uno solo. Uno por uno por uno es igual uno. Si la Presencia Crística está conmigo y contigo y con todos, ¿cuántos Cristos hay? Uno solo, pero está personificado para cada uno de nosotros. Ésta es la relación que tenemos con el Hijo de Dios.


Esta Presencia Crística es como la Presencia Cristica de Jesús. Por eso aparece en la Gráfica situada encima de nosotros, porque nuestros templos todavía no están preparados para encanar a ese Cristo por completo. Pero hay momentos, días y horas de nuestra vida en las que por medio de oración, la comunión y el amor intenso por los demás, nos sentimos tocados por esa presencia de forma sublime.


Esa Presencia Crística se acerca tanto en ese momentos, que se superpone sobre nosotros y experimentamos el cumplimiento de la promesa de Jesús de que «si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él». En otras palabras: «Viviremos en tu templo. Hablaremos a través de ti, caminaremos a través de ti, viviremos a través de ti».


Éste es el objetivo de nuestro caminar con Dios en esta vida. Nuestra relación con Jesucristo se hace personal por medio de la Presencia Crística que está sobre nosotros. Esta Presencia Crística es tu Santo Ser erístico, que es el término que usamos para la figura media de la Gráfica.




Tu Presencia YO SOY


La Presencia YO SOY, la figura superior de la Gráfica, es la Presencia de Dios individualizada para cada uno de nosotros. Sucede aquí lo mismo que acabo de explicar. Dios puso una réplica de sí mismo con nosotros en la Presencia YO SOY. Por eso podemos cantar la canción «Caminaré con Dios», porque Dios está caminando con nosotros en esa presencia que él nos ha dado. Hay un solo Dios, no muchos.


«Escucha, Israel. Yahveh, nuestro Dios es el único Yahveh». Pero ese único Dios nos ha amado tanto que no nos ha dejado a solas. Y ha puesto sobre nosotros esta magnífica presencia de si mismo. Es la misma presencia que Dios le reveló a Moisés, el YO SOY EL QUE YO SOY. La llamamos Presencia YO SOY.


¿Cuántos Dioses? ¿Cuántas Presencias YO SOY? Si cada uno de nosotros tiene una, eso quiere decir que sigue habiendo una sola. Son el tiempo y el espacio los que nos hacen ver la dualidad y la separación. Pero hay un solo Dios personificado para cada uno de nosotros.

Nuestra relación con la jerarquía angélica es por medio del Hijo de Dios, el Hijo de Dios no sólo como Jesucristo sino como ese Yo Crístico personificado en todos nosotros. Por intermedio de ese Hijo, en cuyas manos Dios ha puesto el dominio de todos los mundos, tenemos contacto con los ángeles y con la Presencia YO SOY.


Tu principal ángel de la guarda


Tu ángel de la guarda ya te conoce. Él o ella te conoce mejor que ninguna otra persona en el universo. Y por eso es tu guía, tu guardián, tu amigo. Estoy aquí para decirte que tu principal ángel de la guarda no es otro que tu Santo Yo Crístico.


¿Cómo es que llegamos a referimos a nuestro Santo Yo Crístico como a un ángel de la guarda? Porque en los dos mil años que han pasado desde la venida de Jesucristo, no se nos ha enseñado que cada uno tenemos una Presencia Crística. Ésta no es la creencia prevaleciente. Y por lo tanto, hemos llegado a conocer esa presencia del Yo Crístico, ese amigo, guardián y guía como un ángel personal. Y en verdad ese Santo Yo Crístico es nuestro ángel personal.


Tu Santo Yo Crístico es tu principal ángel de la guarda, el que dirige a los demás ángeles de la guarda que los siete arcángeles te envían de vez en cuando. No tienes un solo ángel de la guarda, tienes muchos. Y puede que sean docenas los ángeles dispuestos a responder a tus oraciones y ayudar a tus seres queridos. Tu principal ángel de la guarda, esa Presencia Crística, está a cargo de estos ángeles. Y así puedes comenzar a comprender cuántos ángeles puede llegar a haber en tu vida.


Tu Yo Real


Tu Yo Crístico es tu Yo Real. Por favor, no creas que use el término Santo Yo Crístico como algo exclusivamente cristiano. Jeremías también profetizó la venida de este ángel, la venida de tu Yo Real. Lo denominó el Señor Justicia Nuestra.


¿Qué significa ese término? Significa que esa Presencia Crística, tu ángel de la guarda, te va enseñar los usos correctos de la ley, porque la justicia se refiere al uso correcto de las leyes divinas. Tenemos que ser educados en las leyes divinas para estar seguros de que todo lo que pedimos a los ángeles es lícito.


Se usan otros términos para hablar de este Yo Real, por ejemplo: Yo Superior, Conciencia Superior, Conciencia Crística. Cristo deriva de la palabra griega «christos» que significa «ungido». Y esa Presencia Crística es la que está ungida de luz de Dios. Y nosotros tenemos acceso a esa luz cuando caminamos siguiendo las huellas del Cristo.


Así que tu Yo Crístico es tu verdadero ser, quien eras en el principio cuando Dios te creó a ti y a tu llama gemela a partir de su Cuerpo de Fuego Blanco, el Cuerpo Causal original, el Cuerpo de la Primera Causa.


Hay un Cuerpo Causal en el Gran Sol Central. Luego tenemos una réplica individual sobre nosotros, alrededor de la Presencia YO SOY. Este Cuerpo Causal de la Gráfica del Yo Divino muestra que es el mismo patrón que tiene la esfera del Sol Central, del que todos provenimos.


Con el paso del tiempo, después de experimentar durante eones la perfección en este Gran Cuerpo Causal de Dios, optamos, con nuestro libre albedrío, por marchamos de esa perfección y explorar las esferas más densas del universo material. Lo que nos sucedió es que no fuimos capaces de averiguar cómo regresar. Y por eso Dios ha enviado avatares a lo largo de las eras para que nos rescaten y nos muestren el camino de regreso a casa.


Este episodio de la salida es el momento en el que tú y tu llama gemela comenzasteis a hacer karma, concretamente karma negativo. Y la ley del karma hizo que nos quedáramos atados a los reinos de imperfección donde habíamos creado ese karma. Por eso estamos aquí. Por eso tenemos conocimiento parcial de quién somos y de dónde venimos. Y por eso Dios nos ha enviado a sus ángeles para que nos hagan recordar, para que aviven nuestro antiguo recuerdo de quiénes somos y de dónde venimos.


Ahora somos imperfectos y vemos oscuramente a través de un cristal. Tenemos cuerpos mortales en lugar de los cuerpos inmortales que tuvimos una vez. No vemos a nuestro Dios cara a cara. Somos humanos de tantas maneras… pero también somos divinos. Y es esa divinidad dentro de nosotros la que contempla a Dios cara a cara.


¿Quién o qué es la esencia de nuestra divinidad? Es nuestro Santo Yo crístico que sí ve a Dios, a nuestra Poderosa Presencia YO SOY. Y nuestro Yo crístico refleja esa Imagen Divina a nuestra alma para que diariamente podamos comenzar a revestimos con esa imagen y semejanza divinas según las cuales fuimos creados en un principio.


Contemplando el rostro del Padre


Los versículos 10 y 11 del capítulo 18 del Evangelio según San Mateo nos presentan la enseñanza de Jesús sobre los ángeles que ven el rostro del Padre:


Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.


Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.


El ángel de la guarda de cada niño (sí, el Santo Yo Crístico) mantiene su mirada en el Dios Padre/ Madre, representado en la Gráfica como la Presencia YO SOY.


El uso que Jesús hace del término ángel queda definido en el versículo 11. Dice: «Pues el Hijo del hombre ha venido a [...] salvar lo que estaba perdido». Eso es lo más cercano que hay en la Biblia a una reve1ación de Jesús acerca del hecho de que el Hijo del hombre está dentro de cada uno de nosotros y que ese Hijo del hombre, esa Presencia Crística, ha venido a salvar nuestras almas que han perdido el camino.


Éste es el ángel de la guarda, o lo que ha llegado a conocerse como ángel de la guarda, porque los Padres de la Iglesia y quienes escribieron y rescribieron las Sagradas Escrituras no permitieron que en ellas estuviera contenida la afirmación de la Presencia Crística como algo presente dentro de cada uno de nosotros.


Los escritores y correctores del Nuevo Testamento aplicaron el término Hijo del hombre exclusivamente a Jesús, incluso a pesar de que en el Antiguo Testamento se aplica a los profetas. Pero ¿sabes de lo que Jesús está hablando cuando dice «Hijo del hombre»? Está hablando del Hijo de la manifestación, el Hijo que es la manifestación de la Presencia YO SOY. Una vez más, la figura media de la Gráfica surge de Dios como su presencia manifiesta con quien podemos caminar y hablar.


Jesús enseñó el concepto del Hijo del hombre a su círculo interno de discípulos, que no es sino la Presencia Crística dentro de cada uno de nosotros, dentro de todo hombre, mujer y niño. Cada vez que se hace referencia en la Biblia al Hijo del hombre, de quien se está hablando es del Santo Yo Crístico.


Éste es el Hijo del hombre que siempre contempla el rostro del Dios Padre/Madre. Y éste es el Hijo del hombre que ha descendido de Dios para salvar el alma que se había perdido al alejarse del centro del ser de Dios.


¿Cómo regresamos a Dios? La manera de unir nuestra alma con nuestro Yo Real es por medio de la devoción a Dios. Ésta es la manera de ser restaurados al Primer Estado en el que Dios nos creó.


¿Cuántos de nosotros queremos regresar a ser lo que éramos cuando Dios nos creó? ¿Verdad que es maravilloso tener ese recuerdo, tener el deseo, saber que es posible? Todo esto es innato. Yo no tenía por qué habértelo dicho ahora. Simplemente estoy tocando con los dedos de tu mente una vieja canción que solías tocar al piano y de la cual puede que hayas olvidado algunas notas.


Pero todo esto ya lo sabemos en nuestro corazón. De alguna manera, tenemos recuerdos de ciudades doradas de luz, de octavas celestiales, de lugares hermosos y avanzados donde no hay guerras ni aflicciones ni cargas económicas ni tantas otras cosas que nosotros afrontamos.





Una oración a tu principal ángel de la guarda





Recitemos una oración a tu principal ángel de la guarda. Familiarízate ahora con él y queda en paz. Esta oración se titula «Introito al Santo Yo Crístico». Un introito es un llamado, una oración, es un vehículo que puedes usar para expresarle tu devoción a Dios y a Sus ángeles custodios. La letra es un cáliz en el que puedes poner tu amor. Que las palabras te lleven a la restauración de la conciencia divina que tuviste en el principio.


Introito al Santo Yo Crístico

Santo Yo Crístico arriba de mí,

Tú, complemento de mi alma,

Haz que tu bendito resplandor

Descienda y me haga íntegro.


Estribillo:

Tu Llama dentro de mí siempre flamea,

Tu Paz en mi derredor siempre se eleva,

Tu Amor me protege y me ampara,

Tu brillante Luz me envuelve.


YO SOY tu triple radiación,

YO SOY tu Presencia viva

Que se expande, se expande, se expande ahora.

Santa Llama Crística dentro de mí,

Ven, expande tu Luz trina;

Colma mi ser con la esencia

Del rosa, del azul, del oro y del blanco.

Santo nexo de vida con mi Presencia,

Amigo y hermano por siempre querido,

Deja que guarde tu santa vigilia,

Que sea tú mismo en acción aquí.


Al recitar esta oración devocional has comenzado a reconectarte con el Amor Divino que conociste en el Principio con Dios y con tu llama gemela. Tu Santo Ser Crístico, como tu principal ángel de la guarda, no sólo es el mediador de la unión de tu alma con Dios sino también el mediador de la unión de tu alma con tu llama gemela. Puedes usar este introito para dirigir tu amor a Chamuel y Caridad, los arcángeles del Tercer Rayo, porque ellos son los guardianes del corazón, del chakra del corazón y de la llama trina.


Novia de un ángel


Algunos cristianos primitivos, conocidos como gnósticos, tenían una creencia peculiar acerca de los ángeles. Los gnósticos eran miembros de sectas cristianas primitivas que creían poseer las enseñanzas místicas o secretas de Jesús. Y yo creo que las poseían. Un gnóstico era una persona que creía que este conocimiento especial era el camino que llevaba a la salvación. Algunos escritos gnósticos enseñan que el equivalente espiritual del gnóstico es un ángel, es decir que nuestro equivalente espiritual es un ángel. En otras palabras, también ellos decían que el Santo Yo Crístico era un ángel. Este ángel, como ya he dicho, es tu ángel custodio.

La meta de los gnósticos era convertirse en la novia del ángel. El instructor gnóstico Heracleón dice que este equivalente angélico es el «esposo» del gnóstico. La especialista Elaine Pagels dice que en los escritos gnósticos


A los elegidos se les ordena que «se preparen para recibir» al novio divino. Heracleón dice que el Salvador llama a los elegidos para que «se casen con él [el novio}, en poder, en unidad y en conjunción» en un matrimonio simbolizado por las bodas de Canaá [. . .} Tal como el Salvador transformó el agua en vino en Canaá, así el ser humano [que reciba al novio divino} ha de ser transformado en divino [. . .}


Los participantes han de convertirse en «lo que él [el Salvador} es»...


Lo que interpretamos, incluso en la tradición mística católica, es que el alma busca convertirse en la novia de Cristo. La idea es convertirse en la novia de Jesucristo. Incluso algunos que no profesaban la religión católica, como Aimee Semple McPherson, creían en esto. Ella publicaba una revista que se llamaba Llamado nupcial. Siempre hablaba de estar esperando a que el Novio viniera y se llevara su alma. Todo esto ha sido parte del pensamiento cristiano durante dos mil años. En otras tradiciones esta unión se denomina el matrimonio alquímico, el alma unida al Cristo.


Lo cierto de la cuestión es que nuestra alma está destinada a casarse o unirse con nuestro Yo Crístico, porque éste es quien verdaderamente somos, es nuestro Yo Real. Logramos esta unión por medio del amor en todas las circunstancias posibles, soportando todas las tentaciones de enfurecemos, etcétera. Practicamos la presencia de Cristo. Le seguimos las huellas. Usamos el libro La imitación de Cristo de Tomás Kempis. Y nos esforzamos todos los días por volver a unimos a nuestro Señor. Estuvimos unidos a él en el principio, pero nos soltamos. Descendimos a un estado de pecado tan grande que perdimos esa unión. Es como si el Novio se hubiera divorciado de nosotros porque ya no estábamos en la vibración pura del Amor Divino.


Los gnósticos le asignaron al alma, que habita en el cuerpo, el género femenino; al ángel, al Santo Yo Crístico, el género masculino.


Una oración a la Santa Llama Crística


Me gustaría que recitáramos una oración a nuestro ángel de la guarda titulada «Santa Llama Crística». Es una oración directa al ángel de la guarda y a su llama, que llamamos la Santa Llama Crística. Son una oración y un momento muy personales. La primera estrofa es nuestra oración al ángel de la guarda y la segunda, su respuesta.


Santa Llama Crística


Oh, Santa Llama Crística dentro de mi corazón,

Ayúdame a manifestar todo lo que tú eres.

Enséñame a verte en todas partes,

Ayúdame a mostrarles a los hombres cómo invocar

Toda tu gloria desde el Sol

Hasta que se haya obtenido la gran victoria de la Tierra.

YO SOY, te amamos, ¡tu eres todo lo que somos!

YO SOY, te amamos, escucha nuestra llamada.

Escucho vuestra llamada, hijos queridos.

YO SOY vuestro corazón, por tanto nunca temáis.

YO SOY vuestra mente, así como vuestro cuerpo.

YO SOY el que está en todas vuestras células.

YO SOY vuestra tierra, vuestro mar, vuestro cielo

Ya ninguna alma pasaré por alto.

Yo estoy en vosotros, vosotros en mí

YO SOY, YO SOY vuestra victoria.


Éstas son las tranquilizadoras palabras que siempre te dirá tu ángel de la guarda hasta que desarrolles el oído y el corazón atentos y puedas distinguir entre las voces del mundo y la voz de tu Santo Yo Crístico. Puedes leer estas palabras y saber que éste es el consuelo que él te expresa. Cuando recitas esta oración, le estás hablando al ángel de la guarda, estás renovando el vínculo. Y es muy importante hacerlo en cualquier momento del día o de la noche. N o tiene por qué ser algo formal. Simplemente mantén abiertas las vías de comunicación y verás cómo cada día tendrás una mayor sensibilidad a esa presencia que siempre te acompaña.


Atesorada unidad


Recibí en cierta ocasión una carta de una señora en la que me contaba una hermosa experiencia de unidad con su Santo Yo Crístico:


A los treinta y ocho años de edad [. . .] tuve una experiencia asombrosa. Estaba sentada en la sala cuidando al recién llegado a la familia, cuando de repente una luz y una radiación de gran poder comenzaron a llenar mi conciencia externa. Continuó durante varios días. Le di gracias a Dios y le pedí que me diera la capacidad de comprender mejor esta maravillosa bendición.


Después de unos días, súbitamente comprendí que la vibración de esta luz era la de la conciencia Crística entrando en mi ser. Llamé a mi Yo Crístico y la luz se intensificó. Supe que ahora podía ver y sentir con mayor claridad lo que verdaderamente era ha llama Crística y cómo invocarla mejor minuto a minuto. Se convirtió en algo mucho más real.


Antes de ese momento, no había experimentado de forma consciente el manto del Yo Crístico y no sabía lo que uno sentía al hacerlo. Ahora, me concentraba casi constantemente en afirmar al Cristo dentro de mí y en invocar al Santo Yo Crístico [. . .]


Sé que hay que dar muchos pasos para poder afianzar esta experiencia divina de unidad con mi Santo Yo crístico…

Yo quería esa relación que creo… muchos místicos de la dispensación cristiana tuvieron con Jesús. Ahora se está abriendo una puerta y puedo ver esa posibilidad como algo real dentro de mi corazón.


«Una voz que nunca olvidaré»


Otra señora relata una experiencia que tuvo con su ángel de la guarda y con el Arcángel Miguel.

Tenía unos diez u once años. Era un caluroso día de verano y mi padre acababa de recogemos a mí y a mi hermana del campamento de verano, y nos dirigíamos a casa. Estaba agotada y somnolienta, tanto que me pareció una idea maravillosa apoyar la cabeza en la puerta del automóvil y dormir. Estaba a punto de hacerlo cuando sucedió algo extraño, aunque hermoso. Escuché una voz. Nunca la olvidaré. Era una voz de mujer, firme pero suave, imperiosa pero tranquilizadora. La voz me dijo: «No, no apoyes la cabeza. Espera hasta llegar a casa».


No tengo palabras para describir la belleza de esta voz ni la profundidad de la preocupación que este ser manifestó por mí. Así es el amor de un ángel. Obedecí su orden inmediatamente y me senté derecha.


Poco después -minutos o segundos-, un automóvil golpeó el costado del nuestro y el lado donde yo estaba sentada quedó destrozado por completo. Si hubiera apoyado la cabeza como era mi intención, puede que me hubiera herido gravemente la cabeza y quizá habría muerto. Agradezco a Dios y al Arcángel Miguel la maravillosa intercesión y devoción de los ángeles de luz.


Los ángeles de la guarda en las grandes religiones


¿Qué nos enseñan las grandes religiones sobre el ángel custodio? Nos enseñan que Dios asigna uno a cada persona. Nos dicen que el trabajo de este ángel de la guarda es vigilamos y cuidamos durante toda la vida. Los hebreos y algunos cristianos primitivos enseñaron que incluso las naciones tienen un ángel de La guarda. Estos ángeles, creían ellos, protegen a la nación y suplican por ella cuando está bajo la amenaza del castigo divino.


El Islam expone que cada persona tiene cuatro ángeles de la guarda que le protegen de las fuerzas del mal. Dos de los ángeles protegen a la persona durante el día y los otros dos, de noche. (Como ves, se turnan.)


Según la enseñanza del Islam, el ángel custodio que se sitúa a la derecha de la persona pone por escrito sus buenas obras de forma inmediata. El ángel de la izquierda escribe sus obras malas unas cuantas horas después de haberlas cometido, dando primero a la persona tiempo para arrepentirse.


La iglesia católica enseña que cada uno de los fieles tiene para sí un ángel de la guarda y que este ángel te ayuda a resolver todas tus preocupaciones -terrenales, del cuerpo, espirituales-, y a averiguar cómo éstas se relacionan con la salvación.


La tradición católica explica también que el papel del ángel de la guarda es doble. En primer lugar, protege y dirige al hombre. Como dijo san Basilio: «Es la enseñanza de Moisés que todo creyente tiene un ángel que le guía cual maestro y pastor».


En segundo lugar, los ángeles de la guarda actúan como intercesores. A los católicos se les anima a que les pidan a los ángeles que recen por ellos y los protejan. Quienes recibieron una educación católica, recordarán la oración: «Ángel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día… »

La iglesia católica celebra la festividad de los ángeles custodios el 2 de octubre. San Bernardo instó a los cristianos a que reverenciaran a su ángel de la guarda y que siempre «recordaran que están en la presencia del ángel de la guarda». Dijo:


Si verdaderamente amamos a nuestro ángel de la guarda, no podemos dejar de tener confianza ilimitada en su poderosa intercesión ante Dios ni de tener sólida fe en que está dispuesto a ayudamos. Esto nos inspirará a invocar con frecuencia su ayuda y su protección, especialmente en momentos de tentaciones y pruebas. También nos incitará a pedir su consejo sobre los muchos problemas con que nos enfrentamos, tanto en asuntos grandes como pequeños. Muchos de los santos tenían la costumbre de nunca emprender nada sin primero pedirle consejo a su ángel custodio.


En verdad, nuestro Santo Yo erístico es nuestro consejero y nuestro asesor.


El pecado aleja al ángel de la guarda


San Jerónimo enseñó que podemos alejar a nuestro ángel de la guarda cuando no nos arrepentimos de Nuestros pecados. San Basilio dijo que «el pecado aleja a los ángeles como el humo a las abejas y como un olor fétido espanta a las palomas». Orígenes de Alejandría, teólogo del siglo III, enseñaba que el ángel que nos atiende se aparta si, debido a nuestra desobediencia, nos volvemos indignos de él.


Pero no se trata de que Dios nos esté castigando ni de que lo estén haciendo los ángeles. Lo que sucede es que la vibración del pecado y de la desobediencia a Dios nos sitúa en un reino donde los ángeles no pueden descender. Así que somos nosotros los que levantamos el muro que se interpone entre nosotros y los ángeles. No es que ellos nos hayan abandonado. Se trata de que estamos desalineados con respecto a la voluntad divina y, por lo tanto, hemos puesto gran distancia entre nosotros y los ángeles, hablando en términos de vibración.


Orígenes también cita la enseñanza presente en antiguos textos cristianos en los que se habla de la influencia de los ángeles buenos y malos en los pensamientos y las acciones de los hombres. El filósofo judío Filón y otros autores sostienen que dentro de las almas habitan un ángel bueno y un ángel maligno. El pastor de Hermás, uno de los textos más populares de los primeros tiempos de la iglesia, dice:


Hay dos ángeles en un hombre: uno de justicia, el otro de iniquidad [ .. } El ángel de justicia es apacible, modesto, bondadoso y discreto. Por lo tanto, cuando entra en tu corazón, inmediatamente te habla de justicia, modestia, castidad, abundancia de perdón, caridad y piedad.


Cuando todas estas cosas entran en tu corazón, sabe que te acompaña el ángel de la justicia. Por consiguiente, escucha a este ángel y presta atención a sus obras.


Sabe también de las obras del ángel de iniquidad [. .} Cuando te domina la ira o la amargura, has de saber que él ha entrado en ti.


Asimismo, ha entrado en ti cuando tienes el deseo de tener muchas cosas, de probar las mejores carnes y de embriagarte, cuando te sobreviene el amor hacia lo que a otros pertenece, el orgullo, la verborrea, la ambición.

(Comm. 6:7, 9-13)


Santos, papas y ángeles de la guarda


San Francisco de Sales tenía una gran devoción a los ángeles custodios. Antes de comenzar sus sermones siempre les pedía a los ángeles custodios de la congregación que abrieran el corazón de las personas para que éstas pudieran recibir el mensaje. La escritora Gloria Gibson escribe que el santo «solía enviar mensajes a sus amigos entregándoselos a su ángel de la guarda, quien inmediatamente se los transfería al ángel de la guarda del amigo. Ciertamente ahorraba en sellos, ¿verdad?».


El Papa Pío XI también tenía gran devoción por su ángel de la guarda. El escritor George Huber dice que el Papa Pío alentó al futuro Papa Juan XXIII, entonces monseñor y delegado apostólico, a que demostrara una devoción similar a la suya. Pío le dijo al futuro Papa: «Cuando tenemos que hablar con alguien que está bastante cerrado a nuestro argumento y con quien por consiguiente la conversación tiene que ser muy persuasiva, apelamos a nuestro ángel de la guarda. Le pedimos que se ocupe del asunto con el ángel de la guarda de la persona que tenemos que ver. Y una vez que los dos ángeles llegan a algún entendimiento, la conversación del Papa es mucho más fácil».


El Papa Juan consideraba que la devoción al ángel custodio era parte esencial de la vida espiritual. En una ocasión dijo que Dios le había inspirado a que convocara su decisivo concilio ecuménico por medio de su ángel de la guarda. Cuando el Papa Juan hablaba ante una multitud, se imaginaba a los ángeles de la guarda de los presentes y los saludaba en silencio. Le escribió a su sobrino: «Es un alivio sentir este especial protector a nuestro lado, este guía de nuestros pasos, este testigo de nuestras acciones más íntimas». También dijo: «El ángel de la guarda es un buen consejero que intercede por nosotros ante Dios, que nos ayuda en nuestra necesidad, que nos protege de peligros y accidentes [...] Conócele. Habla con él. Él te responderá».


Los ángeles no interfieren con nuestro libre albedrío


La escritora Gloria Gibson le preguntó una vez a una señora si creía en los ángeles de la guarda. Ésta contestó: «Por supuesto que sí. ¡Con doce niños, alguien tiene que ayudarte!»

Pensando en las legiones de ángeles que debían de vivir en la casa de esa mujer, Gloria le preguntó si el entorno en el que vivía la familia era seguro. «Mucho -contestó, agradecida-o Hace un par de veranos me hice unas buenas quemaduras, pero se debió a mi torpeza. Los ángeles de la guarda no te protegen de tu torpeza».


La lección que podemos aprender de esto es que los ángeles no interfieren con nuestro libre albedrío.


Rescatada por un enorme y hermoso ángel


En Un libro de ángeles, Sophy Burnham nos habla de la historia de una niña, Marilyn MacDonald, que fue salvada por un ángel.


Marilyn tenía ocho años de edad y [su hermana] Hope tenía cuatro, cuando sus padres llevaron un día a Marilyn a la escuela, como siempre. Una hora después [Hope] vio cómo traían a su hermana de vuelta a casa llena de heridas y de sangre. La pusieron en el sofá hasta que llegó el médico. Al parecer, cuando cruzaba la calle para llegar al colegio, Marilyn había salido a la carrera justo frente a un automóvil que la golpeó, saliendo despedida por los aires. Sus padres contemplaron impotentes cómo caía al suelo y rodaba hacia una enorme alcantarilla abierta. Pero en lugar de caer en ella, como parecía que iba a suceder, se detuvo de repente, justo en el borde de la alcantarilla.


Los padres le contaron la historia al médico, y todos mostraron su asombro. ¿Cómo era posible que la niña se hubiera parado tan repentinamente, en el borde mismo, cuando rodaba tan rápido?


Con una voz llena de sorpresa, Marilyn habló desde el sofá y dijo: «¿Pero es que no vieron a ese enorme y hermoso ángel en la alcantarilla, que puso las manos para impedir que rodara y me cayera?.



Cómo conocer al ángel de la guarda


¿Cómo llegar a conocer al ángel de la guarda? Desde ahora en adelante, si verdaderamente quieres caminar y hablar con tu ángel de la guarda, no hay nada que te lo impida. Es tan sencillo como decirle a la persona que está sentada a su lado: «Hola, me gustaría que nos conociéramos».


Tu ángel no va a levantar un muro que te impida entrar en contacto con él. Pero tú sí puedes hacerlo, quizá con tu timidez, tu miedo u olvido de ir al altar (al altar que puedes tener en tu casa). O por olvidarte de hablar con Dios, de confesar los pecados, de decirle que tu intención es portarte mejor, que quieres llevar una vida que sea congruente con tu meta de unirte a Dios.


Así que no es el Santo Yo Crístico, el ángel de la guarda, quien bloquea el flujo o quien se aleja. Somos nosotros quienes nos alejamos de Dios y de sus emisarios.


Pero comenzar una nueva vida no sólo con tu ángel de la guarda sino con todos los ángeles del cielo que he descrito, es tan fácil como entrar o salir de una habitación. Recuerda que Dios los creó para que nos cuidaran durante el camino de regreso al Hogar. Y recuerda que tu mejor instructor y consolador es tu principal ángel de la guarda, tu Santo Yo Crístico.



Tomado del Libro: Ángeles Del Amor, El Arcángel Chamuel

Autor: Elizabeth Clare Prophet


EN AMOR Y GRATITUD A LA DIVINIDAD

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